Hay solamente Uno
y no hay nada fuera de Él.
Él es.
Él es y Él no es;
y ni Él es, ni Él no es.
Él es con forma
—todas las formas son Su forma,
todos los nombres son Su nombre—
Él es sin forma
y Él está más allá de la forma
y la no forma.
Aparece al hombre como un Dios personal
para atraerlo a la Realidad,
que es el Ser del hombre.
El hielo y el agua parecen diferentes,
pero realmente son lo mismo.
El Dios personal es como el hielo,
y el Impersonal, Inmutable, No manifestado,
como el agua.
Comprender el Uno
es el deber supremo de todo ser humano.
Todos los demás deberes
están en ese único deber o son imaginarios.
El hombre es un ser humano
sólo en la medida
en que aspira a la realización del Sí.
A esto es a lo que está destinado el nacimiento humano.
Si el hombre persigue otra cosa distinta,
derrocha su tiempo y su energía,
vive su vida en vano.
La dualidad es dolor
por su misma naturaleza.
El sentido de separación
es en sí mismo sufrimiento.
Todo dolor se debe al hecho
de que se ve multiplicidad
donde sólo hay Uno.
MA ANANDA MOYI
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