Padre Celestial, mi voz fue creada para cantar Tu gloria.
Mi corazón fue creado para responder a Tu llamado.
Mi alma fue creada como un canal, a través del cual
fluye Tu amor constantemente,
hacia todas las almas sedientas.
El poder de Tu amor crucifica
todos mis pensamientos de duda y de temor;
me elevaré así triunfalmente sobre la muerte,
y ascenderé hasta Ti en las alas de la luz.
Desechando de mí todo fardo mental,
me relajo y permito que Dios exprese a través de mí
su perfecto amor, su perfecta sabiduría, su perfecta serenidad.
Mi Padre Celestial es amor, y yo he sido hecho a imagen suya.
Soy la esfera del amor, en la cual brillan todos los planetas,
todas las estrellas, todos los seres, la creación entera.
Soy el amor que anega todo el universo.
Al irradiar amor y buena voluntad hacia otros,
abriré la vía para que el amor de Dios venga a mí.
El amor divino es el imán que atrae hacia mí todo bien.
Sólo mediante los poderes que Dios me presta,
me es posible desempeñar mis deberes;
mi deseo mayor es, pues, complacer al Señor.
Dios, y sólo Él,
constituye el supremo Amor de mi corazón,
Dios, y sólo Él,
constituye el supremo Amor de mi corazón,
la suprema aspiración de mi alma,
la suprema meta de mi voluntad y de mi razón.
Paramahansa Yogananda
AMÉN, AMADO WILLY.
ResponderEliminarYogananda es la devoción más sublime.
ResponderEliminarMe encanta todo lo que lleva su sello, te eleva, te transporta ...
Gracias querido Willy por este texto.
Un dulce abrazo.
Amén universal a esta oración que sintetiza el anhelo de todo corazón!
ResponderEliminarGracias SAT, el Señor es contigo!
Hola Sina!
ResponderEliminarQué gusto sentirte. Tú lo has dicho: Yogananda es la definición perfecta de "devoción".
Llegó a lo más alto sólo por amor a ese Dios que contiene a todos los seres y por eso dio su vida divulgando y enseñando ese ser sublime.
Gracias a ti por tu dulzura y tu abrazo sincero!
Un abrazo en el Amor del alma!