"Sólo si conoces la verdad del Amor,
que es la naturaleza real del Yo,
se podrá desatar el intrincado nudo de la vida.
Sólo si se alcanzan las alturas del Amor,
se logrará la liberación.
Esa es la esencia de todas las religiones."
Esto afirmaba Sri Ramana Maharshi, el sabio hindú que, a lo largo de medio siglo, brindó ayuda espiritual a infinidad de almas. No elaboró una teoría ni transmitió un dogma, más bien impulsaba una religión del espíritu, que permitiera la liberación total de dogmas, supersticiones y ritos.
"Bienaventurado"
Si soy pobre en espíritu, me compartes Tu Reino.
Si estoy triste y vencido, Tú me das el consuelo.
Si me hago pequeñito, de todo me haces dueño.
Si no exijo justicia, me liberas de nuevo.
Si doy misericordia, tu me elevas por ello
y si soy perseguido, me salvas en Tu Cielo.
No soy nada y a todo me lo haces sentir "nuestro".
Mi corazón te ama ... ¡Voy hacia Ti, Maestro!
Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Saludos y es un placer visitar tu blog.
ResponderEliminarUn sitio dedicado al AMOR.
Seguiré visitandote.
Un abrazo
Bienvenida Peregrina!
ResponderEliminarSiempre me encantó tu nombre... todos somos peregrinos en camino al Amor original, al YO puro.
Con el tiempo de ir andando nos vamos dando cuenta que el camino es a cada paso, que no se trata de un punto de partida y una meta de llegada, sino de vivir en el amor cada instante (siempre ahora) en el día a día o mejor, en el ser a ser.
Esto nos hace renacer nuevos en cada circunstancia y siempre con la Luz de la unidad, del Señor apoyándonos y mostrándonos el nuevo paso a dar ... para seguir adentrándonos en el Amor divino.
Saludos y gracias por el amor brindado!