No importa como adores a Dios,
con tal de que lo hagas con amor.
Una vez, un sacerdote muy religioso viajaba por mar hacia cierto lugar y en el curso de su viaje desembarcó en una isla.
Allí se encontró con tres seres muy sencillos que se inclinaban ante las rocas, los árboles y el agua y rezaban:
"Oh Señor, Tú te has convertido en todas estas cosas.
Por favor, acepta nuestra oración".
Cuando el sacerdote los oyó se escandalizó.
–No han aprendido a rezar correctamente –dijo–.
¿De qué sirve inclinarse ante el agua, los árboles y las piedras?
Los hombres pidieron perdón al sacerdote.
–Nadie ha venido nunca a enseñarnos –dijeron–.
Por favor, sé nuestro Guru.
El sacerdote les enseñó el arte de la oración
y luego volvió a su barco e hizo a la vela.
Al poco rato vio a los hombres que venían corriendo
hacia él sobre el agua...
Cuando llegaron al barco gritaron:
–Oh sacerdote,
olvidamos la manera de rezar que nos enseñaste;
olvidamos rezar correctamente.
Por favor, danos otra lección.
El sacerdote quedó atónito.
–¿Cómo lograron caminar sobre el agua?
–Antes de salir –dijeron los hombres– rezamos:
"Oh Dios, eres muy poderoso.
Por favor espesa el agua para que podamos caminar sobre ella".
Y el agua se espesó.
Cuando el sacerdote vio los resultados
de su sencilla devoción
abandonó su arrogancia.
–Ustedes son los que conocen
el verdadero significado de la oración –dijo–.
Por favor, enseñadme a mí.
Para alcanzar a Dios,
sólo tienes que rezarle con fe y amor,
sin tratar de ponerle condiciones.
-Baba Muktananda-
ES ASI, TY DE VERDAD AMO A DIOS Y SE QUE SIEMPRE ESTA A MI LADO' GRACIAS POR TODOS ESTOS APRENDIZAJES
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