El camino de regreso a La Gran Unidad
empieza por un solo paso.
Todo aprendizaje tiene su cimiento
en la actitud de escuchar.
Las personas que están dormidas
escuchan con sus oídos.
Las que comienzan a despertar
escuchan con el cuerpo.
Las que han restablecido su relación con La Gran Unidad
escuchan con el espíritu.
Toda persona que ha nacido
es alguien que puede perder su vínculo con el Amor (Tao)
y es probable que lo pierda si se sumerge,
como la mayoría,
en las actividades cotidianas de conseguir y perder,
de vencer o ser derrotado,
de matar o morir.
Casi todos los seres humanos
son arrastrados por las urgencias de la vida en común
y olvidan de dónde vienen
y a dónde van.
La mayor parte de ellos recuperan
el vínculo con el Amor (Tao)
tan sólo el día de su muerte.
Pero si eres capaz de limpiar tu conexión
con La Gran Unidad a lo largo de tu vida,
entonces conocerás la libertad
mientras todavía estés en este mundo.
Las urgencias de la vida cotidiana, en tal caso,
serán un estímulo para ti,
una carga de vitalidad,
no una manera de perder la vida.
Para restablecer la relación con el Tao,
cada cual tiene el camino de su vida.
El nacimiento y la muerte
son los dos patrimonios que te da la vida,
resumidos en el instante presente.
El nacimiento y la muerte son tus riquezas.
Pero ser rico no lo es todo.
Saber qué es lo que puedes hacer con tus riquezas
es el mayor tesoro que puedes adquirir
en este mundo.
Kung Tien
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Gracias por abrir tu corazón y convertirte en una nueva LUZ para el camino...