En cierta forma podría decirse que sí lo hay,
pero no te dejes engañar por las apariencias.
El maestro no es seducido por el atractivo del discípulo
y el discípulo no es seducido por el atractivo del maestro.
Hay entonces una corriente,
puedes llamarla amor,
puedes llamarla conocimiento.
Esta corriente es muy importante.
Surge en el momento en que dejas de calificarte a ti
y de calificar al maestro.
Cuando realmente amas a alguien,
ya no hay un «yo» o un «otro».
El amor está vacío de tales atributos.
Extracto de LA SENCILLEZ DEL SER
-Willy-
Jean Klein
Los verdaderos estudiantes
no son alumnos de un maestro humano,
sino discípulos de la Verdad.
Sólo hay una cualidad
que hace de uno un verdadero discípulo:
un deseo incontenible por la Verdad,
que es amor incondicional
por lo Absoluto.
Francis Lucille
Cuando el Maestro me aclaró la vista
y pude ver la vida que esperaba.
Supe que nuevamente la vería
cuando aquella semilla germinara.
cuando aquella semilla germinara.
Cuando el Maestro reactivó mis piernas
y me ordenó cargar mi propio lecho.
Supe que mis pisadas eran Esas
que retumbaron dentro de mi pecho.
que retumbaron dentro de mi pecho.
Cuando el Maestro enderezó mi cuerpo
que cargado de errores se encorvaba.
Supe que el mundo no era todo suelo
y que el cielo también me reclamaba.
y que el cielo también me reclamaba.
Cuando el Maestro eliminó los rastros
de la lepra mortal que me cubría.
Supe que era posible ser humano
y ayudar a los muchos que lo olvidan.
y ayudar a los muchos que lo olvidan.
Cuando el Maestro reencausó mis pasos
que desde el nacimiento había perdido.
Supe que había estado hecho pedazos
y que ahora en verdad había nacido.
y que ahora en verdad había nacido.
Cuando el Maestro me salvó la vida
sólo al rozar el borde de Su manto.
Supe sentir en mí esa energía
que día a día viviría intentando.
que día a día viviría intentando.
Cuando el Maestro perdonó mis faltas
frente a las piedras que querían matarme.
Supe que Él era el rumbo hacia mi Casa
y la Luz con que habría de guiarme.
y la Luz con que habría de guiarme.
Cuando el Maestro me llamó a su lado
y me dio el Pan de vida en el que vivo.
Supe que Él me había liberado,
enseñándome a amar como a mí mismo...
¡Por el Maestro fui resucitado
y encaminado a ser un solo Cristo!
Mis mejores deseos de paz amor y felicidad en estos días navideños y que el año venidero todos podamos sentir y vivir en el camino del amor.
ResponderEliminarUn abrazo de luz.
Júlia
Gracias Julia!
EliminarQue el AMOR se siga abriendo camino en nuestras vidas!
MUCHA PAZ Y FELICIDAD... PARA QUE TU AMOR SE EXPRESE EN PLENA LIBERTAD!
ABRAZO DE LUZ!