El vacío únicamente es la mitad del camino.
Pregunta — A veces me siento un poco frustrado con las enseñanzas orientales, las enseñanzas contemplativas, no-duales... Parece que le dan mucha más importancia al vacío que a la forma. Y, desde ese punto de vista, para superar el yo separado uno tiene que hacer eso... Pero una vez que lo ha hecho... No puedo ver dónde está el regreso a la forma y a la celebración de la vida...
Rupert Spira: Eso es muy cierto.
Parte de la razón –al menos hasta hace poco– de esta insistencia en el aspecto del vacío, el separarse a uno mismo del cuerpo-mente, lo que yo denomino "la segunda fase", la "fase intermedia", se debe a que casi todos nosotros – ciertamente la mayoría de los que estamos aquí, nuestra generación– hemos ido físicamente a la India, y todos, de una u otra forma, hemos ido filosóficamente a la India para conseguir estas enseñanzas.
Era el único lugar en el que estaban disponibles hasta hace poco.
Excepto en algunos lugares, básicamente estaba disponible en Oriente.
Y en las culturas orientales, por ejemplo, en la India, esta negación del cuerpo y del mundo era predominante en sus culturas.
No tenía nada que ver con sus tradiciones espirituales, simplemente estaba en su cultura.
De modo que, incluso si lees a Ramana Maharshi, y particularmente los comentarios de sus discípulos más cercanos sobre él, encuentras expresiones como "el mundo terrible", "el cuerpo infame", "las peligrosas mujeres"...
Todo esto que es como: '¡Mantén todo eso alejado de mí!'.
Si caes en eso estás perdido en el samsara.
Así es que el énfasis siempre está puesto
en volver al trasfondo atestiguador de la consciencia,
en mantener a distancia
la mente, el cuerpo y el mundo.
Y esta comprensión, que es una comprensión intermedia, estaba totalmente plasmada en la cultura india.
En general, toda la cultura se ajustó a esa comprensión.
Pero ahora las cosas han cambiado, porque después esa comprensión fue exportada a Occidente, y se encontró en una cultura que tenía un enfoque totalmente diferente sobre el mundo y el cuerpo.
De hecho, nuestra cultura occidental estaba yendo lejísimos en el mundo y el cuerpo sin esta comprensión.
De modo que las enseñanzas del vacío fueron exploradas en una cultura que no tenía intención de mantener las distancias con el mundo y el cuerpo; al contrario: a todos nos encantaba experimentar el mundo y el cuerpo.
Y, por lo tanto, también está la siguiente fase, este último aspecto de la enseñanza en el que el vacío trascendente tiene que volver al mundo, en la que tenemos que descubrir que la consciencia no solo es trascendente, sino que también es inmanente, que no está únicamente en el trasfondo de la experiencia, sino también en el corazón de la experiencia...
Y ese es uno de los servicios que la cultura occidental ha prestado recientemente a las enseñanzas no-duales. (...)
Estas dos partes que he señalado, del punto de vista convencional al punto de vista de la consciencia más los objetos, es la vía de la exclusión: "No soy la mente, no soy el cuerpo, no soy el mundo. Neti, neti, neti. Estoy en el trasfondo".
En general, toda la cultura se ajustó a esa comprensión.
Pero ahora las cosas han cambiado, porque después esa comprensión fue exportada a Occidente, y se encontró en una cultura que tenía un enfoque totalmente diferente sobre el mundo y el cuerpo.
De hecho, nuestra cultura occidental estaba yendo lejísimos en el mundo y el cuerpo sin esta comprensión.
De modo que las enseñanzas del vacío fueron exploradas en una cultura que no tenía intención de mantener las distancias con el mundo y el cuerpo; al contrario: a todos nos encantaba experimentar el mundo y el cuerpo.
Y, por lo tanto, también está la siguiente fase, este último aspecto de la enseñanza en el que el vacío trascendente tiene que volver al mundo, en la que tenemos que descubrir que la consciencia no solo es trascendente, sino que también es inmanente, que no está únicamente en el trasfondo de la experiencia, sino también en el corazón de la experiencia...
Y ese es uno de los servicios que la cultura occidental ha prestado recientemente a las enseñanzas no-duales. (...)
Es una enseñanza completa, exactamente.
Una enseñanza completa
en la que no hay exclusión.
Estas dos partes que he señalado, del punto de vista convencional al punto de vista de la consciencia más los objetos, es la vía de la exclusión: "No soy la mente, no soy el cuerpo, no soy el mundo. Neti, neti, neti. Estoy en el trasfondo".
Eso es la mitad del camino.
Es la vía de la comprensión.
Pero la segunda fase es la vía de la inclusión,
que va en la dirección opuesta.
Esa es la vía del amor,
de la inclusión.
Todo está incluido.
-Rupert Spira-
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