“La sádhana del amor es una sádhana muy elevada.
Al amor también se la llama bhakti, devoción.
Este amor es un latido del corazón,
dinámico y que nos inspira.
El amor es la naturaleza misma de Dios,
a quien los autores de la escritura han llamado
el gozo supremo y "satchidananda".
Existe una plenitud dentro del ser humano.
Aunque no lo experimente,
de todas maneras está allí”
Cuando un ciego oye a los demás hablar sobre la luz, podría decir:
“No hay luz. Nunca la he visto. No se nada de ella” sin embargo la luz existe solo que él no ve.
De manera similar el amor existe, se experimente o no.
Si no has seguido el sendero del amor,
si no has intentado encontrarlo,
¿Cómo puede alcanzarse?
“El amor es una visión fugaz
de la cueva interior secreta.
de la cueva interior secreta.
El amor que vive dentro fluye hacia fuera
por los distintos órganos sensoriales.
Cuando fluye a los ojos,
vuelve bellas las formas;
cuando fluye a los oídos,
hace que los sonidos sean melodiosos;
cuando sube a la lengua,
vuelve el sabor dulce y placentero”.
Nos hemos reunido una vez más para beber el elixir del amor divino.
Amor nectáreo. Amor supremo. Amor incondicional.
El amor es el imán que atrae la atención de Dios.
Una de las definiciones que da el diccionario resulta de interés para nosotros esta noche. El diccionario dice que el amor es “la benevolencia que se atribuye a Dios, a semejanza del afecto de un padre por sus hijos”.
También señala que el amor es “La adoración del hombre a Dios por gratitud o devoción”.
...Hay otra clase de amor, posesión exclusiva de quienes buscan a Dios.
Es amor solo a Dios.
No tiene caídas ni fluctuaciones. Tampoco es voluble.
Su naturaleza misma es la constancia, y nunca se marchita, porque su fuente es siempre nueva.
Toma la escoba del amor
Y barre de tu corazón la basura de la dualidad.
Sacude el polvo del lugar donde rindes culto.
Siempre come y bebe de este amor;
nunca, nunca lo descuides.
Paséate por tu propia embriaguez interior.
Nunca huyas del fuego que consume tu ego.
...
Ahora, cualquier cosa que hagas, hazla con amor.
Al surgir un pensamiento en tu mente, considera:
¿Hay amor en él?
Cuando estés a punto de pronunciar una palabra,
detente y verifica: ¿Hay amor en ella?
Sin importar por lo que atravieses en tu vida,
sea gran sufrimiento o dicha suprema,
pregúntate: ¿Anhela a Dios mi corazón?
¿Esta mi corazón anegado en el amor de Dios?
¿Dónde estoy en mi relación con Dios?
“La potencia de Existir”
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Gracias por abrir tu corazón y convertirte en una nueva LUZ para el camino...