debes primero estar libre tú mismo,
libre de toda cualificación,
particularmente de la imagen de ser padre.
Preservar la imagen de padre
despierta la necesidad de cumplir todo
lo que define a un padre
lo que define a un padre
y, a su vez, tu hijo deberá cumplir todo
lo que define su relación contigo.
lo que define su relación contigo.
Hay entonces una especie de aprisionamiento recíproco.
Sólo cuando el contacto
no es ya entre dos imágenes,
no es ya entre dos imágenes,
sino entre ser y ser,
es posible la comunión.
es posible la comunión.
Entonces hablamos de AMOR.
Si hay aceptación, no hay ningún problema.
Pero la aceptación no es una postura pasiva.
Por el contrario es la suprema vigilancia,
atenta, activa.
atenta, activa.
Eres absolutamente consciente de todo lo que aceptas.
En la aceptación de algo,
hay inteligencia y en esta inteligencia
hay una completa adecuación a toda situación,
a todo ser vivo.
Dejas de alimentar tu ego, tu papel de padre.
...Y entonces tu hijo es libre, pues tu observación
se mantiene constantemente fresca.
En esa libertad, él crece.
Cuando eres consciente de tu hijo,
cuando estás abierto a él,
sabes exactamente lo que necesita,
pues hay una comprensión inmediata
sabes exactamente lo que necesita,
pues hay una comprensión inmediata
de su forma de comunicarse, de sus movimientos, etc.
En otras palabras, toda proyección cesa.
Podemos decir que esta apertura
es AMOR.
es AMOR.
LA SENCILLEZ DE SER
Jean Klein
EXCELENTE REFLEXION. ME AYUDA MUCHO EN MOMENTOS ACTUALES DE CRISIS CON LA HIJA DE 20 ANOS QUE TENGO.
ResponderEliminarGRACIAS
Gracias a ti querida Amiga!
EliminarNadie puede enseñarnos a ser padres, como nadie puede mostrarnos como SER AMOR... pero recordar la esencia que SOMOS nos ayuda de vez en cuando, entre tanta confusión... sobre todo cuando se trata de relaciones tan cercanas, y en todas en general!
AMAR SIEMPRE ES LA RESPUESTA!
Si no funciona es que no hemos llegado a entregarnos a ese AMOR TOTALMENTE!
ABRAZO DE LUZ!