Los opuestos no se unifican por sí solos;
para poder dominarlos, tenemos que asumirlos activamente.
Una vez nos hayamos impuesto de ambos polos,
podremos encontrar el punto intermedio y desde aquí
empezar la labor de unificación de los opuestos.
...Se necesita valor para afrontar conscientemente y con audacia los desafíos de la vida.
En esta frase la palabra decisiva es: «conscientemente»,
porque sólo la conciencia que nos permite observarnos a nosotros mismos
en todos nuestros actos puede impedir
que nos extraviemos en la acción.
Importa menos qué hace la persona que cómo lo hace.
La valoración «Bueno» y «Malo» contempla siempre qué hace una persona.
Nosotros sustituimos esta contemplación
por la pregunta de «cómo una persona hace algo».
¿Actúa conscientemente? ¿Está involucrado su ego?
¿Lo hace sin la implicación de su yo?
Las respuestas a estas preguntas indican si una persona
se ata o se libera con sus actos.
... La prohibición de jugar con cerillas está justificada
respecto a los niños y resulta superflua cuando los niños crecen.
Cuando el ser humano encuentra su propia ley en sí mismo
ésta lo desvincula de todas las demás.
La ley más íntima de cada individuo es la obligación de encontrar y realizar
su verdadero centro, es decir, unificarse con todo lo que es.
El instrumento de unificación de opuestos se llama amor.
El principio del amor es abrirse y recibir algo que hasta entonces estaba fuera.
El amor busca la unidad: el amor quiere unir, no separar.
El amor es la clave de la unificación de los opuestos,
porque el amor convierte el Tú y el Yo en Tú.
El amor es una afirmación sin limitaciones ni condiciones.
El amor quiere ser uno con todo el universo:
mientras no hayamos conseguido esto,
no habremos realizado el amor.
Si el amor selecciona no es verdadero amor,
porque el amor no separa y la selección separa.
El amor no conoce los celos, porque el amor no quiere poseer sino inundar.
El símbolo de este amor que todo lo abarca
es el amor con el que Dios ama a los hombres.
Aquí no encaja la idea de que Dios reparte su amor proporcionalmente.
Y, menos aún, los celos porque Dios quiera a otros.
Dios —la Unidad— no hace distinciones entre bueno y malo,
y por eso es el amor.
El Sol envía su calor a todos los humanos
y no reparte sus rayos según merecimientos.
Únicamente el ser humano se siente impulsado a lanzar piedras:
que no le sorprenda, por lo menos, que siempre se apedree a sí mismo.
El amor no tiene fronteras,
el amor no conoce obstáculo,
el amor transforma.
Amad el mal, y será redimido.
LA ENFERMEDAD COMO CAMINO
THORWALD DETHLEFSEN y RÜDIGER DAHLKE
Título original: Krankheit als Weg
Bueno Willy me voy un mes a descansar, allí no hay internet, tendré tiempo para mi, algo muy importante, reencontrarme y poderme sentir, algo mágico en cada encuentro donde me estoy con todo y lo único Sagrado que somos.....YO.....a-deu....adios!!!!
ResponderEliminarEL AMOR ES LA CLAVE Y TÚ, EL CENTRO DE TODO LO EXISTENTE.
Con la misma vara que mides serás medido...me llevó tiempo comprenderlo....como el Ama a tu prójimo como a ti mismo, es decir ...empieza por ti mismo.
ResponderEliminarGracias Willy, besitos.