Llega hasta mí una hoja, un hallazgo, un momento,
no sé quién la transporta, si el destino o el viento.
No retengo a la hoja, ni tampoco la suelto,
sino que la descubro,
la realizo y la siento.
Entonces me detiene, entonces la sostengo,
y en ese "va y viene", hay un solo tenernos.
Ya no preciso ropas y me hundo en su cuerpo,
navego por sus ríos, me escurro por sus nervios,
la reintegro a mi vida y en su vida me integro.
(los demás jurarían que tan sólo la observo)
Pues mientras la recorro, me voy re-conociendo,
y reunidos nacemos hacia un instante eterno.
Al unirnos fijamos nuestros ritmos internos,
y juntos nos fundimos con todos los silencios.
Y en Uno nos amamos, y en Uno nos movemos,
a filo de ese Uno que también se hace viento.
Un viento que nos lleva más allá de este suelo,
pero volando unidos TODO es un solo vuelo.
Nos sentimos compactos, nos vemos complementos,
nos pensamos intactos, nos sabemos perfectos.
Somos parte del Todo y todo es movimiento,
fluimos sin espacio liberados del tiempo.
Nos vamos deslizando y no tenemos miedo,
es que así, renacidos:
Somos más verdaderos.
En un Amor cercano, en un Amor abierto,
en un Amor más puro, más claro, más entero.
Tal vez nos separamos pero tan sólo en cuerpo,
porque algo de nosotros
nos lo llevamos puesto.
Ella sigue su rumbo, yo sigo mi sendero,
pero ambos aprendimos a AMAR,
a comprendernos,
y a vivir este SER que nos hace perfectos.
Un SER que es infinito y es a la vez El Centro.
Un SER que Es afuera, el mismo que Es adentro,
¡Un SER que re-encontramos:
viviendo cada instante
como un renacimiento!
-Caminante Willy-
Gracias infinitas, Namaste.
ResponderEliminarGracias a ti Aydi, por estar siempre apoyando desde G+ y más que nada: DESDE TU CORAZÓN!
EliminarABRAZO DE LUZ!