En aspectos personales tan valiosos como el autocrecimiento
y la construcción de sanas relaciones humanas,
el tema del perdón ocupa un punto neurálgico.
En las últimas décadas
en paralelo a lo que llamamos “terapias alternativas”,
el perdón viene siendo revalorizado por su funcionalidad
y uso terapéutico, que permite entre otras cosas,
superar numerosos conflictos personales
y problemas históricos de la sociedad actual.
Los estudios preliminares sobre el tema
apuntan a la importancia del perdón
para sanar viejos esquemas
que impiden el autocrecimiento
y pueden ser raiz incluso,
de innumerables problemas psicosomáticos.
Las investigaciones más pretenciosas
aseguran que la ausencia del perdón
sería una matriz para el desarrollo
de determinados metastasis en el organismo.
Lo cierto es que el capítulo del perdón
ayuda a resolver numerosas preguntas
sobre la compleja condición humana
y permite sanar casi instintivamente
las viejas heridas emocionales
y sociales que de otro modo,
impedirían una sana
y constructiva convivencia social.
y constructiva convivencia social.
La tradición andina no es ajena,
dentro de este contexto sanador,
de hecho aporta un arte milenario
denominado “Panpachanakuy”,
que en la traducción del quechua
significa “perdonarse mutuamente”
significa “perdonarse mutuamente”
y que propone un modelo de perdón terapéutico,
con ayuda de rituales ancestrales
que cuenta con el auspicio de las fuerzas sagradas presentes,
en donde la Pachamama es el último nexo
depositario del acto de perdón recíproco.
Perdonar es un gesto de Ayni andino, de reciprocidad,
que da cuenta de un sistema de creencias
cuya cosmovisión central se basa
en el arte de la armonía entre los elementos de la naturaleza
y el buen vivir (allin kawsay).
Este modelo de perdón andino,
hoy rescatado con el permiso de la Pachamama,
potencialmente puede ser útil en otros contextos culturales.
Panpachanakuy tiene rituales dependiendo
de la gravedad del problema.
En las sociedades occidentales
existen innumerables tipos y grados de conflicto,
desde lo personal, conyugal, familiar,
social y gobiernos inclusive.
El perdón andino parte de la base de quién lo propone,
de quién tiene la iniciativa.
Por lo cual, el primer sujeto a sanar es uno mismo,
lo cual equivale decir: autosanación.
El perdón andino es el arte de
"perdonarse para perdonar”.
Este primer acto de observación
sienta el cimiento de la nueva arquitectura,
a modo de reingeniería personal
que permitirá reconstruir
una nueva manera de vivir,
sin resentimiento,
sufrimiento o dolor.
El perdón andino o panpachanakuy
se basa en la puesta en escena
de rituales ancestrales de sanación que parten
desde la propia persona hacia el entorno externo.
Panpachanakuy utiliza el ritual ancestral
como herramienta de curación.
El ritual es un paradigma humano de uso milenario
que moviliza la energía humana
en alineación con la energía divina,
esto permite armonizar con las fuerzas del cósmos
a fin de enriquecer un estilo de vida más presente
y conectado a la naturaleza esencial.
El uso del ritual como herramienta hace que el perdón andino
sea conocido como “perdón chamánico o sagrado”.
Panpachanakuy utiliza a la Pachamama
como testigo de todos sus procesos,
la Madre Tierra como miedadora
de los procesos personales internos y externos.
Ella interviene generosamente
para reciclar las energías desplazadas a lo largo del tiempo
y permite la mayor reciprocidad
entre los oferentes del ritual.
La pachamama es la última depositaria
de las energías humanas pesantes (jucha),
estas les sirven de alimento espiritual.
La madre tierra devuelve a modo de trueque
energías refinadas (sami),
como recompensa
al acto de desapego entre las partes.
En la tradición andina, panpachanakuy presenta pasos concretos
que permiten dejar atrás años de resentimiento y dolor,
se basa en acuerdos y compromisos
que permiten paulatinamente ir superando niveles
y círculos emocionales viciosos creados artificialmente.
El perdón andino consiste básicamente en superar tres niveles de autosanación:
Funcionalidad del perdón andino:
- PERDÓN HACIA UNO MISMO
- PERDÓN HACIA LOS DEMAS
- PERDÓN HACIA LA MADRE TIERRA (Pachamamma)
Funcionalidad del perdón andino:
- Se enfoca en la raiz del problema, desarticulando los mecanimos que originan dolor y malestar.
- Emplea la ritualística de la tradición andina, a fin de cimentar los acuerdos que permiten reciclar las energías pesadas (jucha) en refinadas (sami).
- Es un instrumento de desarrollo individual que promueve bienestar y armonia personal.
- Mejora las relaciones interpersonales con el rompimiento de viejos paradigmas mentales.
- Panpachanakuy ayuda a renovar los ciclos humanos con reciprocidad (ayni) y compromiso de gente buena y útil (allin runa).
Autor: Arnaldo Quispe
Esta parte de nuestra vida donde nos enfrentamos con nuestros propios demonios aparece el perdon, como un recurso necesario para soltar, sanar y ser feliz llenarse de plenitud depende de nosotros mismos empezar por mi por ti y por los demas es lo mejor q puedo hacer para caminar hacia el perdon y la felicidad dios es luz dios es amor
ResponderEliminarGracias AMIGO/AMIGA, por tu aporte!
ResponderEliminarClaro que si... DIOS ES AMOR, UNIDAD, LIBERTAD TOTAL DE MIEDOS Y RENCORES!
Autoobservarnos y limpiar nuestro subconsciente o aspecto emocional es esencial para encontrarnos con ese DIOS EN NOSOTROS... por eso insisto tanto en esto!
Como dice la MADRE TERESA: Si en verdad queremos amar, primero tenemos que aprender a perdonar...
GRACIAS POR SER Y ESTAR, QUIEN QUIERA QUE SEAS... ERES AMOR y POR LO TANTO... UNO CON DIOS!
BENDICIONES!