El Amor es el “pan nuestro de cada día”.
El Amor es lo único que nos nutre realmente,
haciéndonos crecer en forma integral.
El mensaje de la última cena del Maestro, tan mal interpretado generalmente,
fue que el Amor era “el cuerpo de sus enseñanzas”,
y como tal debía compartirse como el pan con todos los seres
que tuvieran hambre y sed de justicia, de verdad, de espiritualidad.
Luego de dictarles “el nuevo mandamiento"
de que se amaran los unos a los otros tal como El mismo lo amó
utilizó el símbolo de compartir el pan entre sus amigos
para que siempre recordaran que el deber primordial es dar su ser,
amar sin límites ofrendándolo todo por amor,
de la misma forma en que luego les lavó los pies
para enseñarles de una manera que nunca olvidarían
que debían aprender a ver a Dios en todos los seres,
siendo humildes y fieles servidores del prójimo.
Muchos de nosotros creemos que hemos superado
nuestras limitaciones mundanas por el solo hecho de haber ampliado
el círculo de nuestro pequeño ego,
haciéndolo extensivo a nuestros familiares,
a nuestros amigos y a los que piensan de la misma manera que nosotros;
pero según el Maestro nadie trasciende verdaderamente
su egoísmo hasta que no es capaz de entregarse
por entero al prójimo,a un desconocido o a su peor enemigo,
en forma absolutamente desinteresada.
La gran empresa que el hombre tiene que realizar
no puede llevarla a cabo él solo, puede hacerlo únicamente en unidad con Dios.
El hombre jamás puede triunfar por sí solo,
sino hasta que aprenda a unirse a Dios,
a vivir en Su Ley permanentemente,
para que sea Su Luz la que realice la Vida Divina que lleva en su interior,
para que sea Dios quien triunfe realmente,
para que todos los seres conozcan
que el único que puede y debe triunfar siempre es EL.
"Entre tú y Dios: Cristo”
Entre el Todo y la parte se halla el Ser verdadero,
que es todo en cada parte y parte en cada entero.
Entre el Uno y el Todo se recrea un ser nuevo
que nace y vuelve al Uno para ser siempre cero.
Entre el Ser y la Nada se extiende el infinito
en el que todo surge desde lo que ya ha sido.
Entre el Cosmos y el Hombre hay un punto preciso
en el que todo vuelve a tener un sentido.
Entre el Todo y mi parte están todos ustedes.
Todo en mí se realiza desde todos los seres.
Entre el Amor y el odio tengo que ser consciente,
pues si me creo aparte, creo en verdad mi muerte.
Entre todos y nadie, mi ser inexistente
prefiere ser con todos, ser interdependiente.
Entre el Uno y el cero, ser la Nada aparente
que es nada por ahora y es todo para siempre ...
Entre el Mar y los ríos el vivir no termina
pues al morir un río crea en el Mar su vida.
Entre ríos y mares el Agua es quien domina
ordenando el perfecto fluir de la Energía.
Entre el Fin y el Principio se recrean los días,
para que el Fin se acabe y el Principio prosiga.
Entre el Padre y el hijo surgió esta poesía
para que el Padre cree cuando el hijo la escriba.
"Somos el otro extremo de la vida"
Felicitaciones Willy! por tu post,nada hacemos nosotros,todo se hace a través nuestro, es nuestro ego el que se cree el hacedor,entonces empieza a aparecer la devoción en lo que llamamos Dios o Unidad,entre Él y yo no hay espacio.Un uno abrazo.(No sé muy bien si mi comentario tiene mucho que ver con tu post,pero después de leerlo,me ha llevado a esta reflexión,asi que gracias)
ResponderEliminarSeguro que has completado la parte que faltaba, con este aporte tan enriquecedor!
ResponderEliminarEs la esencia del mensaje: no hay espacio, sólo AMOR, no hay tiempo, sólo AMOR; no hay nosotros, sólo el SER que es AMOR, UNIDAD, LUZ PURA!
En este sueño de ser sus actores sólo tenemos que intentar no identificarnos con nada que no sea AMOR puro y directo, y actuaremos como corresponde, más allá de que lo entendamos o no!
Nada hacemos si AMAMOS, si no, lo que hacemos es ruido, resistencia, interferencia, aunque nunca podamos detener lo universal, pero si crear sufrimiento propio y ajeno.
Pero no hay porque preocuparse, porque el AMOR siempre llega y TRIUNFA!
Un abrazo amiga del alma y puedes reflexionar aquí todo lo que quieras, que no haces más que iluminarnos!