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viernes, 30 de enero de 2015

CAMINANTE DEL AMOR


1] Tu ya llegaste. 
Por lo tanto, siente el placer en cada paso 
y no te preocupes con las cosas 
que todavía tienes que superar. 

No tenemos nada delante de nosotros, 
apenas un camino para ser recorrido a cada momento 
con alegría. 

Cuando practicamos la meditación peregrina, 
estamos siempre llegando, 
nuestro hogar es el momento actual 
y nada más.



2] Por causa de eso, sonríe siempre mientras andas.
Aunque tuvieses que esforzarte un poco
y sentirte ridículo.

Acostúmbrate a sonreír y terminarás alegre.
No tengas miedo de mostrar que estás contento.


3] Si piensas que la paz y la felicidad están siempre adelante,
jamás conseguirás alcanzarlas.

Trata de entender que ambas
son tus compañeras de viaje.

4] Cuando andas, estás masajeando y honrando la tierra.

De la misma manera,
la tierra está tratando de ayudarte a equilibrar tu organismo
y tu mente.

Entiende esta relación y trata de respetarla

Que tus pasos sean dados con la firmeza del león,
la elegancia del tigre,
la dignidad de un emperador.


5] Presta atención a lo que sucede a tu alrededor.

Concéntrate en tu respiración
eso te ayudará a liberarte de los problemas y ansiedades
que tratan de acompañarte en tu camino.

6] Al caminar, no eres tú apenas que te estás moviendo,
sino todas las generaciones pasadas y futuras.

En el mundo llamado "real"
 el tiempo es una medida,
pero en el verdadero mundo
no existe nada más allá del momento presente.

Ten plena conciencia que todo lo que ya sucedió
y todo lo que sucederá
está en cada paso tuyo.

7] Diviértete.
Haz de la meditación peregrina
un constante encuentro contigo mismo;
jamás una penitencia en busca de recompensas.

Que siempre crezcan flores
y frutos en los lugares donde tus pies toquen.





El largo camino para la alegría: Thay

Fuente: http://samatha-samadhi.blogspot.com.ar/

lunes, 26 de enero de 2015

SUTRA DEL CORAZÓN - Amor + Sabiduría = THAY


El término clave en el Sutra del Corazón budista es la palabra sánscrita shunyata
que habitualmente se traduce como "vacío" o "vacuidad". 

Como dice el sutra en sus primeras líneas, 
"todos los dharmas (cosas, fenómenos) están vacíos". 

Los ojos, oídos, narices, lenguas, cuerpos, mentes: todos los objetos externos 
-y todas las enseñanzas budistas- están vacíos.

La palabra "vacuidad" es una buena traducción de shunyata, 
pero tiene el inconveniente de que suena negativa, 
incluso desesperanzadora. 

La vacuidad del Sutra del Corazón es una cosa completamente distinta. 
Es la buena noticia de una gozosa liberación. 

Los comentadores del sutra a menudo se hacen la pregunta, 
"vacío de qué?", y responden, 
"vacío de identidad separada, vacío de pesantez, 
vacío de carga, vacío de límites".

Los chinos, buscando una palabra que pudiera ser usada para traducir shunyata, 
usaron el caracter para "cielo".

Todos los dharmas están vacíos como el cielo - 
azul, hermoso, expansivo, y siempre listo para recibir un pájaro, 
el viento, una nube, el Sol, la Luna, o un avión. 

La vacuidad del Sutra del Corazón no es el vacío de la desesperación; 
es vacío de toda limitación y frontera. 
Es abierto, liberado.

Cuando me encuentro limitado por mi propia piel y los demás limitados por la suya, 
he de defenderme y protegerme de ellos. 
Y cuando me hallo entre ellos, debo actuar con cuidado, 
lo que es una ardua labor, porque a menudo soy herido, enfrentado, y frustrado por los otros. 

Pero cuando hay apertura, 
y no hay límites entre mí mismo y los demás 
-cuando resulta ser que yo soy literalmente los otros 
y los otros son literalmente yo- 
entonces el amor y la conexión son simples y naturales.

Es por eso que la enseñanza budista del Sutra del Corazón, 
que parece más bien filosófica y severa, 
es la base necesaria para la compasión. 

La vacuidad y la compasión van de la mano. 

La compasión como una transacción -yo aquí, siendo compasivo contigo allá- 
resulta demasiado torpe y difícil. 

Si voy a ser responsable de recibir tu sufrimiento 
y hacer algo con respecto a ello, 
y voy a convertir este tipo de compasión en la piedra angular de mi vida religiosa, 
pronto me hallaré exhausto. 

Pero si veo la ausencia de límites entre tú y yo, 
y reconozco que mi sufrimiento y tu sufrimiento son uno, 
un sufrimiento vacío de separación, pesadez, o tragedia, 
entonces puedo hacerlo. 

Puedo ser ilimitadamente compasivo y amoroso. 
Por cierto, vivir de acuerdo a esta enseñanza toma tiempo y esfuerzo, 
y puede ser que nunca lleguemos totalmente a ella. 

Pero es un sendero gozoso y sincero que vale la pena recorrer.





La Comprensión Que Nos Lleva a la Otra Orilla

La comprensión de prajñaparamita, 
la sabiduría perfecta según se enseña en el Sutra del Corazón, 
es la verdad última, 
que trasciende todas las verdades convencionales. 

Es la más elevada visión del Buda.

Prajñaparamita es la comprensión liberadora 
que nos ayuda a trascender todos los pares de opuestos, 
como el nacimiento y la muerte, 
ser y no ser, 
contaminación y pureza, 
aumento y disminución, 
sujeto y objeto, 
etcétera. 

Todos los fenómenos son productos 
del surgimiento interdependiente; 
ése es el punto principal 
de la enseñanza de prajñaparamita. 

Ello nos ayuda a contactarnos con la verdadera naturaleza 
de no nacimiento/no muerte, no ser/no no-ser, etc, 
que es la verdadera naturaleza de todos los fenómenos.

Éste es un estado de frescura, paz, 
y ausencia de miedo 
que puede ser experimentado en esta misma vida, 
en tu propio cuerpo y tus propios cinco skandas
(agregados del apego).

Es el nirvana. 
Como está dicho en una muy hermosa frase 
en el capítulo del nirvana del Dharmapada chino, 

"Así como las aves gozan del cielo, 
y el ciervo goza del prado, 
así el sabio goza morando en el nirvana". 

Thich Nhat Hanh.



Avalokitesvara
Mientras practicaba profundamente 
con La Comprensión que nos Lleva a la Otra Orilla,
Súbitamente descubrió que
todos los cinco Skandas están igualmente vacíos,

Y con esta comprensión
trascendió todo sufrimiento.

"Escucha Sariputra,
Este Cuerpo en sí mismo es Vacío
Y el Vacío en sí mismo es este Cuerpo.
Este cuerpo no es otro que Vacío
Y el Vacío no es otro que este Cuerpo.
Lo mismo es verdadero para los Sentimientos,
Percepciones, Formaciones Mentales,
Y Consciencia."

"Escucha Sariputra,
Todos los fenómenos llevan el sello de la Vacuidad;
Su verdadera naturaleza es la naturaleza de
No Nacimiento y No Muerte,
No Ser y No No-ser,
No Contaminación y No Pureza,
No Aumento y No Disminución."

"Es por eso que en la Vacuidad,
Cuerpo, Sentimientos, Percepciones,
Formaciones Mentales y Consciencia
No son entidades separadas.

Los Doce Eslabones del Surgimiento Interdependiente
y su extinción,
tampoco son entidades separadas."

"El Sufrimiento, las Causas del Sufrimiento,
La Cesación del Sufrimiento, el Camino,
la comprensión y el logro,
tampoco son entidades separadas.

Quien quiera que vea esto
Ya no necesita lograr nada."

"Los Bodhisattvas que practican
la Comprensión que Nos Lleva a la Otra Orilla
no ven más obstáculos en su mente,
pueden trascender todo temor,
destruir todas las percepciones erradas
y realizar el Perfecto Nirvana.

"Todos los Budas en el pasado, presente y futuro
Al practicar la Comprensión que Nos Lleva a la Otra Orilla
Son todos capaces de lograr 
la Auténtica y Perfecta Iluminación."

"Por lo tanto Sariputra,
debe saberse que la Comprensión 
que nos lleva a la Otra Orilla
es un Gran Mantra,
el mantra más iluminador,
el mantra más elevado,
un mantra que trasciende toda comparación"

La Verdadera Sabiduría 
que tiene el poder de cesar 
todos los tipos de sufrimiento.

Entonces proclamemos
un mantra para invocar
la Comprensión que Nos Lleva a la Otra Orilla.

Gate, Gate, Paragate, Parasamgate,
Bodhi Svaha!
Gate, Gate, Paragate, Parasamgate,
Bodhi Svaha!
Gate, Gate, Paragate, Parasamgate,
Bodhi Svaha!


Thich Nhat Hanh traduce el mantra sánscrito final del Sutra del Corazón como: 
Ido, ido, totalmente ido, todos idos a la otra orilla. Iluminación!



(Comparto con ustedes la traducción que hice de este artículo, posteado hace poco en la pág en Fb en inglés del Maestro; me pareció tan inspirador que encontré necesario traducirlo para compartirlo. ♥)
Norman Fisher, maestro zen.

viernes, 23 de enero de 2015

LA SABIDURÍA DEL AMOR COMPASIVO


Recuerdo muy claramente el momento de mi vida cuando leí “Alicia en el País de las Maravillas”, Alicia se transformó en mi heroína porque se cayó dentro de un agujero y simplemente se dejó caer.

No se agarró de los bordes, no estaba aterrorizada tratando de parar la caída; simplemente se dejaba caer y observaba las cosas mientras lo hacía.

Luego, cuando aterrizó, estaba en un lugar nuevo.

No se refugió en nada.

Yo quería ser como ella porque yo me acercaba al agujero y gritaba, me retiraba, no quería ir a ningún lugar en donde no hubiera una mano de la que aferrarme.

En toda vida humana nacemos solos. Pasamos por el canal de parto solos, y luego salimos solos, y comienza un proceso completamente nuevo. Cuando morimos, morimos solos. Nadie va con nosotros.

El viaje que hacemos, más allá de las creencias que tengamos sobre ese viaje, se realiza solo. 

La idea fundamental es que entre el nacimiento y la muerte estamos solos.

...de modo que tenemos que estar dispuestos a saltar del nido, nos sintamos o no preparados para ello, es como atravesar los ritos de la pubertad para convertirnos en adultos sin una mano que nos sostenga. 


La única forma de comenzar el verdadero viaje de la vida 
es sentir el amor compasivo 
y el respeto por nosotros mismos 
y luego saltar.

De algún modo nunca llegaremos a sentirnos 100% seguros como para decir: “He tenido mi cuna nutricia, se ha completado, de modo que ahora puedo saltar”. 

En realidad se trata de desarrollar amor compasivo y continuar saltando. 

Encontrarnos con nuestros propios límites y con nuestro deseo de aferrarnos a algo, y ver que hay más amor compasivo, más respeto por nosotros mismos más confianza que necesita ser reconocida y luego de trabajar en ello, simplemente seguir saltando.
Cultivar la apertura y un gran corazón que nos permitan ser menos y menos dependientes. 

Podríamos decir: “deberíamos dejar de ser dependientes” pero ese no es el punto. El punto es que comenzamos por el lugar en el que estamos, observamos al niño que somos y no lo criticamos.

Comenzamos a explorar, con mucho humor y generosidad todos los lugares en donde nos aferramos y cada vez que lo hacemos decimos: 


“Ah! aquí es donde con mi atención, mi conciencia y todo el trabajo, 
mi vida entera se transforma en un proceso de aprendizaje 
sobre cómo hacerme amigo de mi mismo”


 Por otro lado, esa necesidad de aferrarnos, de tomarnos de una mano, ese llamado a mamá nos indica que ese es el borde de la cuna. 

Dar un paso allí mismo, saltar, se transforma en la motivación para cultivar una compasión amorosa. 

Nos damos cuenta de que si podemos dar un paso a través del portal, avanzaremos, seremos mas adultos, mas completos, mas enteros.

En otras palabras, el único real obstáculo es la ignorancia. Cuando decimos “Mamá!” o cuando necesitamos una mano a la que aferrarnos, si nos negamos a mirar toda la situación, no podremos verla como una enseñanza, una inspiración para darnos cuenta de que este es el lugar desde el que podríamos ir más allá, donde podríamos amarnos aún más a nosotros mismos. 

Si no podemos decirnos en este punto “Voy a mirar esto, porque esto es todo lo que necesito para continuar este viaje e ir hacia delante y abrirme más”, nos encontraremos con el obstáculo de la ignorancia.

Trabajar con los obstáculos es el viaje de toda nuestra vida. 

El guerrero está siempre encontrándose con los dragones. Claro que el guerrero tiene miedo, especialmente antes de cada batalla. Pero con un corazón tierno y palpitante el guerrero se da cuenta que está a punto de dar un paso hacia lo desconocido, y allí va al encuentro del dragón. El guerrero se da cuenta que el dragón es el trabajo pendiente que se presenta y que ese miedo es el que necesita ser trabajado. 

Básicamente estamos trabajando con nuestro miedo y con nuestra resistencia, que no son necesariamente obstáculos. 

El único obstáculo es la ignorancia, el negarnos a reconocer nuestra tarea pendiente.


Si cada vez que el guerrero se encuentra con el dragón dice: “Ah! Es el dragón nuevamente. No voy a encontrarme con él de ninguna manera” y simplemente se aparta, entonces la vida se transforma en una historia recurrente de levantarse a la mañana, salir, encontrarse con el dragón, decir “de ninguna manera” y luego alejarse. 

En ese caso nos hacemos más y más tímidos, más y más miedosos y más y más como un bebé. Nadie nos nutre, pero estamos aún en esa cuna, y nunca atravesamos los ritos de la pubertad.

Estamos despiertos, permanentemente saltando, abriéndonos, avanzando. 

No es fácil y está acompañado de mucho miedo, resentimiento y duda. Eso significa ser humanos, ser guerreros. 

Al comenzar, cuando dejamos la cuna, estamos dentro de una hermosa armadura porque de algún modo estamos bien protegidos y nos sentimos seguros. Cuando atravesamos los ritos de la pubertad, nos quitarnos la armadura que ilusoriamente nos estaba protegiendo, y nos damos cuenta de que de hecho nos estuvimos defendiendo de estar plenamente vivos y despiertos. Entonces avanzamos, nos encontramos con el dragón y en cada encuentro nos muestra que aún hay un poco más de armadura para quitarnos, especialmente la que cubre el corazón. 

Nos conectamos con el coraje y el potencial de la valentía, de quitarnos toda la armadura que nos cubre. 

Estamos despiertos y nos pasaremos la vida quitándonos esta armadura. Nadie más puede hacerlo por nosotros porque nadie sabe dónde están las pequeñas costuras, nadie sabe dónde está muy ajustada,
Cada vez que nos encontramos con el dragón tenemos que quitarnos esos hilos tan ajustados, todos los que seamos capaces y vomitar con temor hasta decir: “es suficiente por ahora” 

Luego estamos mucho más despiertos y más conectados con nuestra esencia soltándonos y abriéndonos a nuestro mundo.
Tratar de proteger nuestro territorio, tratar de mantenerlo cerrado y seguro es sinónimo de miseria y sufrimiento. Nos deja en un lugar muy pequeño, doloroso e introvertido que se hace más y más claustrofóbico y más y más miserable a medida que envejecemos.

Confucio dijo:
"Cuando tenemos 50 años y nos hemos pasado a vida quitándonos la armadura, 
hemos establecido un patrón mental que por el resto de la vida no podremos detener. 
Lo seguiremos quitando. 

Pero si a los 50 años nos hemos hecho unos expertos 
en dejarnos la armadura puesta entonces no importa qué, 
será muy difícil cambiar”

Si esto es cierto o no, me morí de miedo cuando lo leí a los 12 años y se transformó en la motivación número uno de mi vida.

 Decidí que crecería antes de quedarme atrapada.


La enseñanza tiene que ver con abrirnos y soltar: en nuestros vínculos, en las situaciones que nos toca atravesar, en cómo nos vinculamos con nuestros pensamientos y emociones.

Tenemos una determinada vida, y cualquiera que sea es un vehículo para despertarnos. 

Si estamos criando a nuestros hijos, ese es el vehículo para despertarnos, si somos actores u obreros de la construcción, jubilados u ocupados; si estamos solos o nos sentimos solos, si estamos rodeados de una enorme familia... 

No existe mejor situación que la que tenemos, está hecha para nosotros. Nos mostrará todo lo que tenemos que saber sobre la armadura y el salto.

La familia con la que contamos, nuestros verdaderos hermanos y hermanas son aquellas personas que están comprometidas a quitarse la armadura al igual que nosotros.
Cuando vivimos en una familia así, uno de los vehículos más poderosos para aprender a cómo hacerlo es el feedback que nos podemos dar entre nosotros.
Desde el amor nos ofrecemos la sabiduría de no caer en la auto-compasión sino que a darnos cuenta de que el sentirnos mal es una oportunidad para crecer, y que todos atravesamos esa experiencia.

Cuando alguien dice “No, me gusta esta armadura” esa es una oportunidad para decir algo sobre el hecho de que debajo de ella hay muchas úlceras dolorosas y que un poco de luz no va a doler.

Rimpoche dice:.

“La practica de cada día es simplemente desarrollar 
una completa aceptación y apertura 
a todas las situaciones y emociones 
de los demás y hacia los demás. 

Vivenciar todo completamente, 
sin reservas ni bloqueos, 
de modo que nunca nos retiremos 
o centralicemos en nosotros mismos.”

PEMA CHÖDRÖN

lunes, 19 de enero de 2015

AMOR TRASCENDENTE


Buda nos aconseja recitar los –Cinco recordatorios- cada día:

1- Por mi naturaleza estoy destinado a envejecer. 
No hay forma de huir del envejecimiento.

2- Por mi naturaleza estoy destinado a caer enfermo. 
No hay forma de huir de la enfermedad.

3- Por mi naturaleza estoy destinado a morir. 
No hay forma de huir de la muerte.

4- Todo cuanto quiero y las personas que amo tienen la naturaleza del cambio. 
No hay forma de evitar tener que separarme de ello.

5- Mis acciones son lo único que realmente me pertenece. 
No puedo huir de las consecuencias de mis acciones. 
Ellas son la base que me soporta.

Los Cinco Recordatorios nos ayudan a entablar amistad con nuestro miedo a envejecer, enfermar, ser abandonados y morir.

En los Cinco Recordatorios Buda utiliza la herramienta de la verdad relativa, pero sabe que, en términos de la verdad absoluta, el nacimiento y la muerte no existen.


Cuando observamos el océano vemos que cada ola tiene un principio y un final. 
Si observamos más a fondo descubrimos que todas las olas están hechas de agua. 
Aunque lleve la existencia de una ola, vive también la vida del agua. 

Sería triste que la ola no supiera que es agua. 
Pensará: “Algún día tendré que morir. 
Este período de tiempo es la duración de mi vida 
y cuando llegue a la orilla regresaré al no-ser. 

Estas ideas pueden provocar en la ola miedo y ansiedad. 
Si queremos que la ola sea libre y feliz 
debemos ayudarla a desprenderse de los conceptos del yo, 
la persona, el ser vivo y la duración de la vida.

Una ola puede reconocerse por los signos: alta o baja, naciendo o desapareciendo, bella o fea. Pero en el mundo del agua no hay signos. En el mundo de la verdad relativa, la ola se siente feliz al crecer y se siente triste al caer. Puede pensar “soy alta” o “soy baja” y desarrollar un complejo de superioridad o inferioridad. Pero cuando la ola percibe su verdadera naturaleza –que es el agua- todos sus complejos desaparecen y trasciende el nacimiento y la muerte.

Cuando las cosas van bien nos volvemos arrogantes y tenemos miedo de caer, o de descender o conducirnos de manera inadecuada. Pero no son más que ideas relativas, y cuando cesan surge un sentimiento de plenitud y satisfacción.


La liberación es la capacidad de ir del mundo de los signos 
al de la verdadera naturaleza. 

Necesitamos del mundo relativo de la ola, 
pero para gozar de una verdadera paz y alegría, 
necesitamos también sentir el agua, 
la base de nuestro ser.

(- Necesitamos de los dos mundos, el mundo de la verdad relativa nos ayuda sobrevivir, el de la verdad absoluta nos ayuda a vivir -)

Buda nos recomienda vivir la vida cotidiana viéndolo todo a la luz del interser. 

Entonces no quedamos atrapados en el pequeño yo.

Veremos nuestra alegría y sufrimiento en todo. 
Seremos libres y dejaremos de considerar la muerte como un problema. 
¿Por qué hemos de decir que morir es causa de sufrimiento? 

Nos perpetuamos en las generaciones futuras. 
Lo que es esencial es actuar lo mejor que podamos mientras estemos aquí. 

Después seguiremos existiendo a través de nuestros hijos y nietos. 
Motivados por el amor 
nos invertimos a nosotros mismos en las futuras generaciones.


Thich Nhat Hanh



  


¡Tus acciones son lo que único
que realmente te pertenece!


viernes, 16 de enero de 2015

EL VALOR PARA AMAR


Hay quienes están tan desesperados 
que ya no tienen valor para amar. 

Sufren mucho porque intentaron amar y fracasaron. 

Las heridas en su interior son tan profundas 
que les da miedo volver a intentarlo. 

Somos conscientes de la presencia 
de estas personas entre nosotros, 
a nuestro alrededor. 

Tenemos que llevarles el mensaje
de que el amor  ES POSIBLE. 

Nuestro mundo necesita 
desesperadamente
el amor.

Thích Nhất Hạnh




LA FUENTE DEL AMOR 
ES NUESTRO ESPÍRITU 
PLENAMENTE DESPIERTO



lunes, 12 de enero de 2015

Budismo: Amor verdadero (3era parte)


El tercer elemento del verdadero amor es la alegría. 

El verdadero amor siempre da alegría, 
tanto a nosotros como a la persona amada. 

Si nuestro amor no proporciona alegría a ambas partes, 
quiere decir que no es verdadero amor.

No nos precipitamos hacia el futuro, 
puesto que sabemos que todo se halla aquí, 
en el momento presente. 

Existe una gran cantidad de pequeñas cosas 
que pueden proporcionarnos una gran alegría, 
como el hecho de ser conscientes 
de tener los ojos sanos. 

Sólo con abrirlos podemos ver el cielo azul, 
las flores, los niños, los árboles 
y muchas otras clases de formas y colores. 



Al vivir conscientemente
 somos capaces de apreciar 
estas maravillosas y renovadoras cosas y, 
de modo natural, la mente se llena de alegría. 

La alegría contiene felicidad, 
y la felicidad alegría.

Observar que los demás son felices 
nos llena de alegría, 
como también nos alegramos 
de nuestro propio bienestar. 

¿Cómo podríamos sentir alegría por los demás 
sino la sintiéramos por nosotros mismos? 
La alegría es para todos.




El cuarto elemento del verdadero amor 
es la ecuanimidad
desasimiento, 
la no discriminación, 
serenidad, 
desapego. 

Si tu amor está lleno de apegos, 
discriminación y prejuicios, 
o si se aferra a las cosas, 
no se trata del verdadero amor. 

La gente no comprende el budismo, 
cree que es indiferente y frío, 
pero la verdadera ecuanimidad no lo es. 

No se trata de no amar, 
sino de amar sin discriminación. 

Significa que en un conflicto, 
aunque no nos incumba notablemente, 
somos capaces de mantenernos imparciales, 
amando y comprendiendo 
a ambas partes. 

Nos despojamos de cualquier tipo de discriminación o prejuicio, 
y eliminamos las fronteras 
entre nosotros mismos y los demás. 


Para comprender a otra persona 
y amarla de verdad 
debemos ponernos en su piel 
y volvernos una unidad con ella. 

Cuando consigamos hacerlo, 
desaparecerá el concepto del “yo” y “los demás”.

Sin este elemento, es muy probable 
que tu amor se vuelva posesivo. 

La persona que amas es como una nube, 
una brisa, una flor. 

Si la aprisionas en una lata de conservas perecerá. 
Y sin embargo esto lo hace mucha gente. 

Roban a la persona amada parte de su libertad, 
hasta que ya no puede ser la misma. 

Viven para satisfacerse a si mismos 
y utilizan al ser amado como instrumento 
para llevar a cabo sus propósitos. 
Eso no es amor.

Los Cuatro Inconmensurables Estados de la Mente 
tienen la naturaleza del interser, 
así como todas las enseñanzas de Buda.

Thich Nhat Hanh

viernes, 9 de enero de 2015

Budismo: Amor verdadero (2da parte)



El segundo aspecto del verdadero amor es la intención 
y la capacidad de transformar el sufrimiento 
y aliviar los pesares. 

Esto puede llamarse Compasión 
("com" acompañando / "pasión" sufrir). 

Aunque no necesitemos sufrir 
para eliminar el sufrimiento de otra persona 
vamos a utilizar la palabra 
"Compasión"
para denominar al segundo aspecto 
hasta que encontremos otra mejor.



Para desarrollar la Compasión
debemos practicar la respiración consciente,
y escuchar y observar profundamente.

La compasión implica un profundo interés por los demás.



Sabes que la otra persona está sufriendo
así que te sientas cerca de ella.

La observas y la escuchas atentamente
para poder sentir su dolor.

Estableces una profunda comunicación,
una profunda comunión con ella
y con esto basta para que se sienta mejor.



Una palabra una acción o un pensamiento compasivo
pueden disminuir el sufrimiento de otra persona
y proporcionarle alegría.

Una palabra puede aportar consuelo y confianza,
desvanecer las dudas,
ayudar a alguien a no cometer un error,
solucionar un conflicto
o abrir la puerta hacia la liberación.

Una acción puede salvar la vida de una persona
o ayudarla a aprovechar una oportunidad excepcional.

Un pensamiento puede actuar del mismo modo
porque conduce a las palabras y las acciones.

Si tienes un corazón compasivo,
cada palabra y acción
pueden realizar un milagro.



A pesar de ver al mundo lleno de sufrimiento,
Buda conserva su bella sonrisa
porque tiene la suficiente
comprensión, serenidad y fuerza
como para no dejarse abrumar por el sufrimiento.

Es capaz de sonreír al sufrimiento
porque sabe cómo afrontarlo y transformarlo.

Thich Nhat Hanh

lunes, 5 de enero de 2015

Budismo: Amor verdadero


Los cuatro estados inconmensurables son: 
el amor, la compasión, la alegría y la ecuanimidad. 

Estos forman parte de la naturaleza de una persona iluminada. 

Son los cuatro aspectos del verdadero amor 
que hay en nuestro interior, 
en todos los seres 
y en todas las cosas.


El primer aspecto del verdadero amor 
es la intención y capacidad de ofrecer 
alegría y felicidad. 


Para desarrollar esa capacidad, 
debemos hacer la práctica 
de observar y escuchar profundamente, 
para saber qué debemos hacer 
y qué no debemos hacer 
para que los demás sean felices. 

Si ofreces a la persona que amas algo que no necesita 
no es amor verdadero. 

Debes percibir su situación real, 
de lo contrario lo que le ofrezcas 
puede causarle infelicidad. 

Puede que tu intención sea buena, 
pero sin comprensión correcta 
no estarás en la senda del verdadero amor.

Todos necesitamos amor. 

El amor nos aporta alegría y bienestar. 
Es tan natural como el aire; 
el aire fresco es absolutamente necesario para ser felices.

Para poder ser amados, 
debemos amar, 
lo cual significa que debemos ser 
capaces de comprender. 

Para que nuestro amor continúe 
debemos adoptar la acción o la no-acción apropiada 
para proteger el aire, los árboles 
y el ser amado.


Debemos utilizar el lenguaje con más cuidado 
para no enfermar a las palabras. 

Hay quienes utilizan la palabra amor 
con el significado de deseo o apetito, 
como en “Amo las hamburguesas”. 

Amor es una bella palabra, 
debemos reestablecer su significado. 

En el Budismo el principal significado del amor 
es el de amistad.


Todos tenemos en nosotros las semillas del amor. 

Podemos desarrollar esta maravillosa fuente de energía, 
alimentar el incondicional amor 
que no espera nada a cambio. 

Cuando comprendemos profundamente a alguien, 
incluso a alguien que nos lastimó, 
no podemos evitar amarle.

Thich Nhat Hanh

viernes, 2 de enero de 2015

SIEMPRE ADELANTE, GUERRERO DEL AMOR!



Este es el tiempo de luchar para alcanzar tus logros, 
tus sueños, tus deseos, 
este es el mejor momento 
aquí y ahora.



Deja de lado las quejas, 
ellas te ponen negativo 
y porque fundamentalmente 
tú has hecho lo que querías en tu vida.

Este es el momento de la aceptación 
y comienza a entender que la dificultad te edifica, 
cada dificultad nos ayuda a crecer 
y ten el valor de empezar a corregirte.

Entiende que el verdadero triunfo 
nace de la muerte de un error, 
cuando tomamos conciencia de ello, 
triunfamos.

Sé firme en tus actitudes 
y perseverante en tu ideal 
con fe y actitud positiva.

Pero sé paciente, 
no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.

Haz tiempo para todo, 
y todo lo que es tuyo, 
vendrá a tus manos en el momento oportuno.

Aprende a esperar el momento exacto 
para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia 
a que maduren los frutos 
para poder apreciar debidamente su dulzura.


No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada.

No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

Lo que pasó, pasó, mira siempre hacia adelante.

De ahora en adelante procura construir una vida nueva, 
dirigida hacia lo alto 
y camina hacia delante, 
sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, 
sin acordarse de la noche que pasó.

Sólo contempla la meta 
y no veas qué tan difícil es alcanzarla.

No te detengas en lo malo que has hecho, 
camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, 
más bien decídete a cambiar.

No trates que otros cambien; 
sé tú el responsable de tu propia vida 
y trata de cambiar tú.

Deja que el amor te toque 
y no te defiendas de él.


Vive cada día, 
aprovecha el pasado para bien 
y deja que el futuro llegue a su tiempo.

No sufras por lo que viene, 
recuerda que cada día tiene su propio afán.

Busca a alguien con quien compartir 
tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda, 
te apoye y te acompañe en ella.

Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, 
despréndete de ella y ámala, 
sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, 
piensa en ti como en algo precioso.


Desparrama en todas partes la alegría 
que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa y viva 
para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.

La alegría es un rayo de luz 
que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos 
y sirviendo de guía a todos 
los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz 
y dejas abiertas las ventanas de tu alma, 
por medio de la alegría, 
todos los que pasan por la calle en tinieblas, 
serán iluminados por tu luz.




LEYES DEL UNIVERSO

¡Jay Ganesha!

¡Jay Ganesha!

Luces que indican el camino


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Mi gratitud a todos los autores,fotografos,creadores y blogs por sus creaciones,inspiraciones,sabiduria y amor.
Si alguien desea que sus publicaciones o creaciones sean retiradas, sólo tiene que comunicarlo y asi se hará.
Gracias Infinitas