huyendo del ruido del mundo,
para desarrollarse como persona
y encontrar la paz interior.
y encontrar la paz interior.
No obstante al llevar ya un tiempo en aquella soledad,
veía que progresaba poco
y seguía sintiéndose descontento consigo mismo.
y seguía sintiéndose descontento consigo mismo.
Pensó entonces buscar otro lugar.
Cuando ya estaba preparándose para irse,
vio delante de sí a otro ermitaño,
vio delante de sí a otro ermitaño,
al que preguntó: ¿Quién eres tú?.
El otro respondió: Yo soy Tú.
A cualquier lugar que vayas
yo siempre voy contigo.
yo siempre voy contigo.
Soy tu mejor compañero
por que yo soy tú mismo.
Muchos echan la culpa de su malestar al sitio o entorno en que viven.
Sería bueno que volvieran los ojos hacia mismos
y examinaran y comprendieran que,
dentro de ellos, hay un “ego”- su otro yo falso –
que es quien más les molesta
y se molesta por todo.
y se molesta por todo.
Hay que desenmascararlo y ponerlo en su lugar.
Pero eso requiere valentía y sinceridad.
Si no puedes entenderte y aceptarte,
incluso con ese molesto compañero que es tu “ ego”,
tu yo falso, nunca te sentirás bien.
Si te vas de viaje, estarás esquivando tus errores por unos días.
Luego seguirás enfrentado a tu misma realidad.
Cuesta enfrentarse consigo mismo,
pero es el único camino eficaz.
HUELLAS EN EL CAMINO
Tuve la visión de un camino con huellas
y escuché la palabra, Sígueme.
A veces el camino era recto y liso.
En otras ocasiones era duro, sinuoso y difícil.
Otras veces, cuando había dificultades que superar,
las huellas parecían borrarse por completo.
Aún oía las palabras, Sígueme.
No te preocupes si encuentras obstáculos,
porque cada obstáculo superado fortalece tu fe
y tu creencia en Mí,
tu guía y compañero constante.
Despiértate y vive,
pon tu mirada en lo alto,
pon tu mirada en lo alto,
lo superior, lo mejor.
Aguarda las más hermosas cosas que acontecen,
no en el futuro
sino AHORA.
Eileen Caddy