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lunes, 30 de agosto de 2010

LETANIA DE RAMDAS


Existen dos escaleras — Amor y odio — oh Râm, que surgen de Ti.
Para alcanzarTe, es decir para subir, se toma la escalera del amor.
Para dejarTe, es decir para descender, se usa la escalera del odio.
El amor lleva a la unidad; el odio lleva a la diferencia.
La unidad es felicidad. 
La diferencia es miseria.

Por eso, oh Râmdâs, escoge la subida de Amor,
que te lleva a la última Paz — inmortal y eterna — que es Râm.
Si abandonas a Râm, el odio te hará descender hasta allí 
donde te hundirás en el dolor, 
el miedo y la muerte. 
¡Om Shrî Râm!
 
Râmdâs, no tengas orgullo. 
Debes de saber que nadie en el mundo es inferior a ti.
Todos merecen ser tratados con respeto y amor.


Extracto: Letanía de Ramdas

sábado, 28 de agosto de 2010

DAR ES SER

De la misma manera que el sol del cielo vive en permanente explosión, liberando en su irradiación sin límite la fuerza incontenible de su caudal interior, el hombre debe borrar para siempre de su mente la idea de recibir algún tipo de compensación por su estadía en el mundo, para atraer hacia sí solamente las corrientes energéticas que estén en capacidad de ayudarlo a superar su actual condición evolutiva, que lo estimulen hacia el polo positivo, que lo acompañen hacia la unidad.

Así se convertirá en un magneto del Amor superior, que es la única fuerza capaz de provocar el desborde natural de su conciencia, y eso sólo puede lograrlo a partir de la aplicación correcta de su fuerza de voluntad, reafirmada continuamente en su actitud de entrega, renunciando a su individualidad para recuperar por añadidura la infinita bienaventuranza de su Herencia Divina.


"No yo, Padre, sino Tú en mí"

NO    sea mi voluntad sino la Tuya
      la que guíe mis pasos día a día.
      Que sea Tu Conciencia la que incluya
      al ser que me transporta por la vida.

YO    me entrego a Tu Amor confiadamente
      y sólo vuelvo en mí cuando me llamas,
      para ser de Tu Ser el referente
      y amar a los demás como me amas.

PADRE dame del Agua de Tu Fuente,
      dame Tu Luz para que en mí se haga,
      como lo haces permanentemente,
      como lo hace aquel que bien te ama.

SINO fuera tu intérprete armonioso
     si no fuera Tu parte realizada,
     dame vida tras vida, sin reposo
     hasta que Tu grandeza sea expresada.

TU   eres más que un ser, el Ser en todo,
     por eso no soy digno de Tu Nombre,
     pero puedo ofrecerme de algún modo
     a repartir Tu Amor entre los hombres.

EN   mí se cumplan siempre Tus mandatos,
     que adorarte sea "el summun" de mis metas.
     No se pierda Tu Ley en mi arrebato,
     ni se opaque en mi ser, Tu Luz Perfecta.

MI   misión sea servirte, pues Tus siervos,
     son los seres más libres de la Tierra:
     libres de amar y compartir su tiempo
     en paz, en plenitud y en excelencia.

Es un mito que el hombre no pueda alcanzar la perfección. Jesús, Buda, Sai Baba, Sri Bhagavan Ramana Maharshi y Sri Ramakrishna entre muchos otros Cristos silenciosos y desconocidos, vinieron al mundo y salieron del anonimato para que quede demostrado a la luz del día que el hombre puede ser perfecto cuando reúne en su conciencia todas las cualidades de todos los seres con que comparte la existencia.


El hecho de que cada persona represente un instante en la Vida de Dios, una manifestación específica de alguna de sus infinitas cualidades y de que no haya otra persona que pueda repetir esa característica vibracional, que distingue su alma de todas las demás al igual que las huellas digitales lo identifican físicamente, significa que entre todos los seres humanos formamos un solo hombre perfecto "el Hijo del Hombre" no como una propuesta a realizarse en un futuro incierto sino ahora mismo, en este preciso instante.



El Hijo del hombre.

Junto a todos los hombres en lucha contra el tiempo
el Alma del planeta se busca en unidad.
Y es su lucha tan ardua que logra sin saberlo,
hallar en el espacio su gozo y libertad.

Se expande intensamente, en rítmica armonía,
naciendo en la agonía que va dejando atrás.
Su sangre lo libera y en su caudal lo guía
a fluir con la Vida que vino a cimentar.

Por eso cuando al tiempo se encuentra desolada,
como si de la nada se fuera a alimentar ...
Surge su alma gemela, su Luz ya realizada,
que desde el cielo emana su Crística Verdad.

Se funde en un Sol Pleno, antes desarrollado,
al pecho de ese genio que lo viene a sembrar ...
Y a todos por sí mismo, nos obsequia lo andado,
en el sendero hallado de regreso al Hogar.

Durante un tiempo pleno, todo se vuelve espacio,
se reaviva la gloria de ser y continuar,
y con la Buena Nueva todo es nuevo a Su paso
como la vida misma se renueva y se da.

Nos deja su mensaje de Amor ilimitado,
su enseñanza de vida, su fuerza de hermandad,
y antes de marcharse se queda en cada hermano,
quedándonos colmados, al dejarnos Su paz.

El Alma del planeta, retoma un nuevo impulso,
para seguir creciendo en Amor y unidad.
Ha sido bautizada por aquel hijo suyo
que fue ungido en el Padre de su humanidad.

Desde todos los hombres surge el Hijo del hombre,
buscando el punto vivo de Unificación,
y dando la respuesta que su búsqueda esconde,
¡desde todos los Cielos llega El Hijo de Dios!

                                          "Vivir es transitar hacia la unificación"

Nuestra vida es un continuo regreso, un permanente retorno a la fuente, un largo proceso de reunificación y toma de conciencia que tiene que terminar forzosamente, por la fuerza del Amor, en la realización del Ser, en la fusión con la divinidad.

La esencia del mensaje Crístico enuncia que es un solo Ser el que va creando todo en forma coordenada, perfectamente sincronizada, y que en virtud de ello es el Amor el único medio a nuestro alcance para desarrollarnos integralmente.

Cristo nos enseñó con su propia vida que no podemos hacer nada sin Amor, sin la ley de unidad, que no podemos crear si nos alejamos de la Conciencia del Ser, si nos apartamos del Orden Universal. Y al mismo tiempo nos demostró que al hallar el punto de unificación de nuestra vida individual con la Existencia Global,con el Espíritu Santo, somos Dios en acción, somos la salvación del mundo, la resurrección de la vida en todas sus partes, somos uno en todo.





Vuelve a Casa ...

No hallarás un lugar en este mundo
que pueda contener tanta energía (tanto caudal fluyendo).
No hay solución posible que pueda reducirse a este conjunto.
No hay una vida propia, ni un cuerpo permanente, ni un tiempo tan profundo.

Vuelve a Casa ...
No te aferres al miedo, no te quedes dudando.
No eludas las preguntas y tal vez ya no sufras las respuestas.
No debes desoírlas, porque así es como ellas se van acumulando.
No puedes abreviar, ni detenerlas, pero sí contestarlas realizando.

Vuelve a Casa ...
Sólo el que cree llega, si se anima
a amarse en cada parte, a ser Amor que crece, que camina.
Sólo el que ama vuelve, sólo el que por Amor deja la vida
puede cruzar la puerta de su alma, y comulgar con toda su familia.

Vuelve a Casa ...
Estás en libertad, nunca lo olvides.
Puedes dejar atrás al mundo con todos sus peligros.
Es tu gran confusión la que en este momento te lo impide.
Tu regreso es seguro, no opongas resistencia y serás libre.

Vuelve a Casa ...
No dejaré de hablarte mientras tanto;
aunque no puedas verme hasta que no te hayas reintegrado;
pero una vez aquí, podrás saberme, sin verme separado,
llegarás a entender que somos uno y ya no sufrirás ningún quebranto.

¡Vuelve a Casa!  Ahora sabes: Yo Soy ... Te estoy llamando!

                                                             "¡Olvídate del yo, acuérdate de SER!"
                                                           
El Amor es el “pan nuestro de cada día”. El Amor es lo único que nos nutre realmente, haciéndonos crecer en forma integral. El mensaje de la última cena del Maestro, tan mal interpretado generalmente, fue que el Amor era “el cuerpo de sus enseñanzas”, y como tal debía compartirse como el pan con todos los seres que tuvieran hambre y sed de justicia, de verdad, de espiritualidad.

Luego de dictarles “el nuevo mandamiento de que se amaran los unos a los otros tal como El mismo lo amó” utilizó el símbolo de compartir el pan entre sus amigos para que siempre recordaran que el deber primordial es dar su ser, amar sin límites ofrendándolo todo por amor, de la misma forma en que luego les lavó los pies para enseñarles de una manera que nunca olvidarían que debían aprender a ver a Dios en todos los seres, siendo humildes y fieles servidores del prójimo.

Muchos de nosotros creemos que hemos superado nuestras limitaciones mundanas por el solo hecho de haber ampliado el círculo de nuestro pequeño ego, haciéndolo extensivo a nuestros familiares, a nuestros amigos y a los que piensan de la misma manera que nosotros; pero según el  Maestro nadie trasciende verdaderamente su egoísmo hasta que no es capaz de entregarse por entero al prójimo,a un desconocido o a su peor enemigo, en forma absolutamente desinteresada.

La gran empresa que el hombre tiene que realizar no puede llevarla a cabo él solo, puede hacerlo únicamente en unidad con Dios. El hombre jamás puede triunfar por sí solo, sino hasta que aprenda a unirse a Dios, a vivir en Su Ley permanentemente, para que sea Su Luz la que realice la Vida Divina que lleva en su interior, para que sea Dios quien triunfe realmente, para que todos los seres conozcan que el único que puede y debe triunfar siempre es EL.



"Entre tú y Dios: Cristo”

Entre el Todo y la parte se halla el Ser verdadero,
que es todo en cada parte y parte en cada entero.
Entre el Uno y el Todo se recrea un ser nuevo
que nace y vuelve al Uno para ser siempre cero.

Entre el Ser y la Nada se extiende el infinito
en el que todo surge desde lo que ya ha sido.
Entre el Cosmos y el Hombre hay un punto preciso
en el que todo vuelve a tener un sentido.

Entre el Todo y mi parte están todos ustedes.
Todo en mí se realiza desde todos los seres.
Entre el Amor y el odio tengo que ser consciente,
pues si me creo aparte, creo en verdad mi muerte.

Entre todos y nadie, mi ser inexistente
prefiere ser con todos, ser interdependiente.
Entre el Uno y el cero, ser la Nada aparente
que es nada por ahora y es todo para siempre ...

Entre el Mar y los ríos el vivir no termina
pues al morir un río crea en el Mar su vida.
Entre ríos y mares el Agua es quien domina
ordenando el perfecto fluir de la Energía.

Entre el Fin y el Principio se recrean los días,
para que el Fin se acabe y el Principio prosiga.
Entre el Padre y el hijo surgió esta poesía
para que el Padre cree cuando el hijo la escriba.

                                                     "Somos el otro extremo de la vida"


Para que el Todo sea Uno en el hombre sólo debe dejar de verse aparte de todo, así se hallará de regreso cuando al fin entienda que ya no necesita “crecer, sino disminuir”; que ya no precisa “esperar a otro”, que el salvador de su vida siempre estuvo establecido en su interior, que sólo necesita creer en el mensaje Crístico, descalzarse y comenzar a caminar por la senda que el Maestro nos enseñó, con humildad, con simpleza, con valentía, negándose a sí mismo y dejando de ser lo que no puede ser, para comenzar a manifestar esa perfección que existe concretamente, aquí y ahora, en cada parte de su ser.

El fin del Camino del Amor es en realidad el principio de nuestra verdadera vida. El Amor infinito comienza a realizarse en nosotros cuando dejamos de buscar un sendero, cuando dejamos de necesitar un maestro, de angustiarnos por nuestro porvenir, de dudar de nosotros mismos, de identificarnos con el pasado y de soñar con el futuro, de luchar por crecer espiritualmente, cuando dejamos en definitiva de buscar el reconocimiento ajeno, la aceptación del mundo, y nos dedicamos con determinación a lo que nos decía tan hermosamente el Hermano Francisco; “a comprender en lugar de ser comprendidos, a perdonar en lugar de ser perdonados, a amar en lugar de ser amados.”

Dar nuestro ser es volver a Casa, porque la realidad del Ser es Dios en verdad, Dios es nuestra primer conciencia y nuestra única existencia. El es el Alfa y el Omega, el principio y el fin de nuestra vida. Por eso "Dios siempre ES" en nosotros, aunque nosotros no seamos en El.


"Dar es ser"

Un hombre es solamente, lo que es capaz de dar.
Lo que bebió de la Fuente. Lo que debe reintegrar.

Por tal viene revestido de acuerdo con su deber,
con fuerzas que ha recibido para hacerlas su quehacer.

Y es por eso que no puede ser otro que lo que es.
Porque todo lo que tiene no sirve para no-ser.

Es su sueño quien le dice donde trae su Poder
y con formas y matices, él se lo da a conocer.

Una vez que lo conoce se hace su necesidad  
su vocación y su gloria es saberlo realizar.

Al realizarlo sucede que cumplió con su deber,
y en ese deber cumplido, cumplió su sueño también.

Para saber lo que eres: piensa en lo que puedes dar.
Lo que no das, lo mantienes como una oportunidad.

Y lo que das, lo posees tan sólo para entregar,
porque eres solamente: una manera de dar.

                                      "Dar AMOR es ser uno con Dios."

El Amor en persona nos hizo formalmente una promesa (y El no promete en vano): “Ustedes harán todas las cosas que yo hago, y muchas más aún, porque estaré en el Padre y desde allí los ayudaré ... Ahora me adelanto para abrirles el camino ...” Y también recalcó: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

El hombre vuelve a Casa cuando al fin comprende que su ser es el Camino, la Verdad y la Vida, que su ser verdadero es el Amor que sea capaz de transmitir y representar, que el verdadero camino de su vida es amar, porque Dios es el Amor que hay en su Ser, porque su ser es nada más que una circunstancia, un esbozo, un instante de la vida toda; pero ese Amor es mucho más.

Ese Amor es la única existencia. Ese Amor es la Verdad del Ser. Ese Amor es Dios en nosotros, y no podemos volver a la unidad hasta que ese Ser puro e ilimitado se manifieste en todo su esplendor, en nuestro yo transitorio, su reflejo.

Como hombres somos parte, como partes somos todo cuando nos elevamos sobre nuestra condición circunstancial, uniéndonos y realizándonos más allá de aquella individualidad hacia un solo ser definitivo que incluya a todos los seres en un solo palpitar.




"La ola eterna"
                  
Soy la ola del Agua que nunca se detiene.
Como Agua o como ola siempre estaré presente.
Como Agua voy creando mi ser continuamente,
en infinitas olas, en agua permanente.

Como Agua que se eleva, soy ola que trasciende,
Como ola que se acaba, soy la perfecta fuente.
Así voy realizando mi Vida eternamente.
Por ser Agua soy ola (ola es Agua surgente).

No conozco otra vida, no conozco otra suerte,
de cada ola que surge soy causa permanente.
Para el Agua soy vida. Para la ola, muerte.
Soy cada ola que nace, soy Agua renaciente.

Como ola me estoy yendo, como Agua estoy presente.
¡Soy ola por un tiempo, soy Agua para siempre!

                                                     "Somos la fuente de la vida."


En cada átomo está el Todo, en cada partícula la infinitud. En el microcosmos llamado Hombre se halla involucionada toda la Creación. Como hombres somos el Camino, como hijos de Dios somos la Vida que transita a través de él en un solo sentido, hacia un solo Amor.

¡Cada hombre es un camino que empieza y termina en Dios!

jueves, 26 de agosto de 2010

HUMILDAD: Ser como niños (sólo Amor)

Para evolucionar como seres humanos y trascender el ego heredado, es necesario que aprendamos a discernir perfectamente, a optar en forma correcta para unirnos al Ser-uno-Dios-Todo conscientemente, despiertos, en cada encrucijada, ante cada duda o vacilación. Permaneciendo atentos a las trampas de malos hábitos y costumbres condicionantes adquiridas. Pero tal logro será imposible de realizar si el mayor de todos los poderes no se ha instalado profundamente en nuestra conciencia.

Sin "humildad" jamás podremos superar esta etapa de condicionamiento existencial.

Nos dicen que emprendamos la "entrega", la sumisión al poder supremo. ¿Para qué seguir cargando las maletas un vez que abordamos el tren? Y es que ofrecer a la Voluntad Superior el curso que deben tomar los acontecimientos en los que nos vemos implicados no significa eludir nuestra responsabilidad particular, sino reconocer las propias limitaciones en cuanto a una comprensión perfecta de las causas y las derivaciones que debemos evaluar.

Pedir Luz no es asumir una postura facilista sino aceptar que no contamos con las herramientas necesarias como para formular un juicio certero, sin riesgo de equivocarnos impulsados por la inercia propia de nuestra humana condición, de nuesrtas reacciones.

“Que se haga Tu Voluntad” significa sencillamente renunciar a la omnipotencia, volviendo a ser los pequeños hijos del Amor que se refugian en El Padre cuando no encuentran claridad en la visión parcializada que reciben a través de sus sentidos.


      "humilde-ser" 
Ser humilde es saberse ciertamente sin el sobrante que de la vanidad, 
saber "qué somos" y que somos siempre.
Ser humilde es abrirse a la Unidad.

Ser humilde es dejarse de ser otro, para asumirse en pos de todo ser.
Ser humilde es saberse antes que todo,
un reflejo de todo lo que es.

Ser humilde es ganarse para el Uno, es entregarse en esa comunión.
Ser humilde es no hallar lugar alguno
que esté fuera de nuestro corazón.

Ser humilde implica transparencia, saberse sólo un rayo del gran Sol.
Ser humilde es hallar esa conciencia
de ser sólo instrumentos Su Amor.

                                                "Señor: hazme un instrumento de Tu Paz"
                                               

Debemos aprender a ser humildes como lo son aquellas criaturas elementales y elevar nuestros problemas al Señor, seguros de que nos contestará de manera infalible como un solo Ser a través de la Voz interior, en nuestra propia conciencia.

Al igual que otros seres más elevados espiritualmente nos sirven como punto de referencia para hallar el Camino hacia la unidad, así también nosotros somos las señales o los signos que muchas entidades utilizan para guiarse a través de la vida. Seamos conscientes o no de ello, siempre somos puntos de referencia para los demás; sin embargo se dice que el despertar del hombre se produce en el preciso momento en que se convierte en un instrumento consciente del Señor, cuando voluntariamente se une al propósito del Reino de los Cielos, cuando hace de su vida un canto a la unidad, un Himno al Amor.


Entregarnos por completo a la Voluntad de Dios es la actitud de vida que nos llevará a Casa con mayor seguridad y prontitud.

No es fácil de comprender inicialmente, pero una vez que realizamos que no somos nosotros los que actuamos, que somos solo instrumentos en Sus manos, experimentamos por fin esa paz que "trasciende toda comprensión", dejamos de preocuparnos por todo, nos liberamos de las dudas y los miedos que nos mantenían atados a nuestra estrecha personalidad, a sus condicionamientos. Éste es el verdadero sentido de la entrega, como vía de unificación o realización.


  "Aprender de los niños"

Si aprendes de tu niño, ya no tendrás más miedos ni más dudas
Sabrás que la verdad es el camino
que se abre paso en toda "criatura".


Si aprendes de tu niño, dejarás de vivir siempre intentando.
Si ves como el te ve, verás distinto
lo que hasta hoy te estaba molestando.

Si aprendes de tu niño, comprobarás que eres espontáneo,
que no hace falta nada conocido
para vivir seguro y relajado.

Si aprendes de tu niño, verás como la vida le responde,
devolviéndole un mundo florecido
al que de florecer nunca se esconde.

Si aprendes de tu niño, encontrarás al ser en todo el mundo,
verás un universo de cariño
hacerse realidad en un segundo.

¡Si aprendes de tu niño, te amarás a ti mismo más profundo!


                                       "Bienaventurados los humildes, porque de ellos es el Reino"


Los más grandes exponentes del Amor divino son también los máximos representantes de la conciencia humana. Seres como Gautama-Buda, Cristo-Jesús, San Francisco de Asís, Mahatama-Gandhi o Santa Teresa de Calcuta entre tantos otros, alcanzaron la inmortalidad realizando la unidad en sus vidas, llegando a realizar el Amor incondiconal al punto de ofrendar su ser íntegramente a sus semejantes, a sus hermanos, a su prójimo.

Y al concretar el Amor verdadero accedieron al más alto de los peldaños en la escala espiritual, al mayor de los conocimientos, a la sabiduría más amplia y más perfecta trascendiendo su condición asumida de simples individuos para reunirse a la única existencia, como seres funcionales y universales.

Y ese estado de perfección no fue alcanzado por ellos sacrificando su vida física simplemente, sino mediante una renunciación mucho más importante o trascendente, mediante la renunciación interior.

Ellos renunciaron al fruto de sus acciones, se negaron a ellos mismos no deseando nada para sí, rechazando cualquier recompensa, sin buscar ni siquiera el reconocimiento público de sus contemporáneos, seguros de que el mejor premio que un hombre puede llegar a obtener es el poder de servir a los demás, liberándose mediante la mencionada "entrega" de las limitaciones de su individualidad, de su ego.

   
"Primero ustedes, entonces yo."
   
Intento ser el último y no ser el primero,
para seguir creciendo hacia el ser interior,
para amarlos a todos del modo más sincero,
siendo menos que ustedes, pero algo más que yo ...

Intento ser de todos el hermano pequeño,
para amarlos por todo lo que son en verdad,
para no olvidar nunca lo mucho que me dieron
y servirlos siempre con Amor y humildad ...

Intento ser el punto más lejano del centro,
para llevar de vuelta a todos en mis pasos,
para ampliar horizontes desde afuera hacia adentro
y luego refundirlos en un inmenso abrazo.

Intento ser el chico que llegue hasta el más grande,
para que nada quede afuera de Su ser,
para que todo entre, para que todo encaje,
para que nadie tenga que morir otra vez.

Intento ser el último que llegue a verdadero,
para no olvidarme ni una luz apagada,
para que medio mundo se vuelva un mundo entero,
para ser junto a todos en lugar de ser nada.

Intento ir tras el Cristo, marchando desde atrás,
ser el último hermano, el que marque el final,
no quiero el paraíso, ni la eternidad,
hasta que cada uno pueda encontrar Su Paz.

Intento desde el fondo poder ver al Señor,
llegar a conocerlo desde el lugar peor,
así todo entremedio recibirá Su Amor
y al fin ¡todos seremos UN SOLO CORAZÓN!

Esta enseñanza también está muy claramente manifestada en el sentido inverso, porque así como estos seres lograron la inmortalidad, hubo muchísimos otros que teniendo la inteligencia suficiente, la preparación adecuada y el entorno propicio, carecieron de la fuerza de voluntad necesaria para trascender su egoísmo, hundiéndose y quedándose enredados en un montón de teorías inútiles y definiciones contradictorias, que habiendo surgido condicionadas desde mentes perdidas o confusas, no pudieron perdurar más de lo que dura una ilusión, ni ayudar a nadie más de lo que ayuda una desgracia, ni formar parte de la única e irrefutable Verdad que nos comprende a todos.

Podemos llegar a confundirnos creyendo que tenemos una parte de esa verdad, podemos escribir sobre ella y hasta intentar la creación de un sistema de estudio para alcanzarla, pero al llegar el momento en que debemos llevarla a la práctica en nuestra propia vida, es la incapacidad para realizarla  lo que deja al descubierto la inconsistencia de nuestras teorías, de nuestra postura conceptual y artificial por añadidura.

A la Verdad que somos en esencia tenemos que llegar por méritos propios, no adhiriendo a Ella solo verbalmente, sino aprendiendo a vivir en permanente comunión con Ella, para que pueda ser en nosotros espontáneamente, así como todo crece de adentro hacia afuera, expandiéndose gradualmente, naturalmente.

Los grandes maestros de todas las épocas, de todas las religiones y filosofías nos aseguran que la meta principal del hombre es: “Elevarse sobre la dualidad de la creación, y percibir la unidad del Creador.”

Y son estos mismos grandes hombres los que nos enseñan con su ejemplo que no es necesario abandonar nuestras ocupaciones habituales para unirnos a Dios, que lo importante es la renunciación interna, no apegarnos a nuestras posesiones circunstanciales, ni a nuestros trabajos, ni siquiera a nuestros familiares, amigos u hogares sino "vivir el momento" conscientes de estar sirviendo al Señor al cumplir correctamente hasta el más mínimo de los deberes mundanos sin desear recompensa alguna, ya sea esta material o espiritual. Esa entrega en nuestro día-a-día es la que marca "la" diferencia en nuestro camino espiritual, la que nos hace experimentar directamente los milagros del amor omniabarcante.
 
“Ser amor”

Yo sólo soy los seres que me aman,
soy nada más que el fruto de su Amor.
Todos los seres son mi propia alma,
todos los seres son mi Creador;
yo sólo soy la vida que me alcanza
y que me alza en un pequeño yo.

Yo sólo soy los seres que me aman,
soy un destello de lo Superior.
Todos los seres forjan mis entrañas,
es su Luz la que alumbra mi interior.
Mi ser es sólo una circunstancia,
lo único real es ese Amor.

Yo sólo soy los seres que me aman,
ellos son la Verdad, yo la ilusión.
Yo soy la ola, ellos son el Agua,
yo soy sólo un instante de su acción.
Mi yo, sin esa unión no vale nada:
mi ser no puede ser sin corazón.

Yo soy todos los seres que aman,
en ellos me reencuentro con mi Dios.
Todos los que comprendo son mi causa,
todos los que aún ignoro, mi misión.
En verdad, yo soy el único que falta:
pues aún debo aprender a ser Amor.


martes, 24 de agosto de 2010

LA VIDA ES HOY

Cada instante es sagrado. 
Es un regalo de Dios o de la vida, una muestra 
de Su infinito Amor y compasión hacia nosotros.
Cada instante es perfecto, completo, pleno de amor incondicional 

y como tal, es siempre una nueva oportunidad de volver, 
de aquietarnos, de encontrarnos a nosotros mismos, 
de despertar.

Vive en la aceptación universal. 
Vive cada instante, vive en el presente que es Presencia, 
cuando es visto como Unidad, como Dios-ser aquí y ahora, 
como oportunidad.


Hoy es el mejor día de mi vida,
porque todo renace desde Hoy
y puedo festejar junto a este día 
la alegría de ser en expansión.
Hoy todo empieza en lo que se termina. 
Hoy todo vuelve a ser en el Amor.

Hoy todo es nuevo, todo es energía; 
todo crece en mi misma dirección.
Todo encaja en su justa sintonía 
para hacer de este día una canción.
Todo interpreta en “hoy” su melodía, 
desde el pequeño átomo hasta el Sol.

Hoy todo me hace bien: ¡Hoy es "mi" día!  
El “mi” se ha reencontrado con el Hoy.
Con todo ser comparto mi osadía. 
Hoy todos cantan en mi corazón.
Panes y peces Hoy se multiplican, 
haciendo que este día sea el mejor.

Hoy se que cada instante es un milagro 
y en él concentro el foco de mi ser.
Todo lo que poseo me fue dado, 
todo lo que me resta es devolver.
Este momento es todo lo que valgo, 
y amando lo acompaño a renacer.

Hoy prometo ser Luz, honrar la Vida, 
ser auténtico y puro, ser Verdad.
No despreciar la Gracia recibida. 
Recordar que lo malo es olvidar.
Prometo no perderme en este día; 
prometo en todo instante despertar.

Prometo no olvidar que Ahora es Siempre, 
y "nunca" es nada más que una ilusión.
Que esta instancia de todo ser proviene, 
y vuelve en una misma dirección,
pues la verdad del ser no se detiene, 
hasta ser libre en todo corazón.

Prometo renacer amando siempre, 
pues siempre tengo todo en el Amor,
y lo único que debo hacer urgente: 
es realizar la Luz que en verdad soy,
compartiendo ese ser alegremente;
cantando siempre que ¡la Vida es hoy!

                                                                 
“Cada instante es sagrado“

Amar es morir

¿Qué significa morir? Formúlense esa pregunta a sí mismos. Mientras somos jóvenes, o cuando somos muy viejos, esta pregunta está siempre ahí. 

Morir significa ser totalmente libre, estar completamente desapegado de todo cuanto el hombre ha producido, o de lo que uno mismo ha acumulado -totalmente libre. Ni apego, ni dioses, ni futuro, ni pasado. Ustedes no ven la belleza de ello, su inmensidad, su fuerza extraordinaria -estar muriendo mientras vivimos. 

¿Comprenden lo que eso significa? Mientras viven, están muriendo a cada instante, de manera que a lo largo de toda la vida, no están apegados a nada.
Eso es lo que la muerte significa.
J. Krishnamurti.



Amar es morir, morir entero,
Morir completamente al miedo y al dolor,
Es morir a uno mismo para ser verdadero,
Es morir a uno mismo para ser sólo Amor.

Amar es morir, morir de pronto,
Morir a lo distinto, a todo lo demás,
Morir a las ideas que siempre son de otro,
Morir al sufrimiento y a la felicidad.

Amar es morir, morir a todo,
A todas las mentiras y a toda la verdad,
Morir a lo pasado que vuelve de otro modo,
Morir a la memoria del ser individual.

Amar es morir, morir a fondo,
Morir al pensamiento, al sentir interior,
A nuestras preferencias y condicionamientos,
A todos los conceptos que matan al Amor.
Vivir: amar la Vida renanciendo sin fin ...
Amar: vivir a muerte porque ¡amar es morir!

“El Amor es el fuego que consume el alma.”

domingo, 22 de agosto de 2010

AMAR AL AMOR

El Verdadero Amor no existe afuera. La comprensión absoluta que anhelamos, la contención total que necesitamos para librarnos de la aflicción y de la inseguridad sólo puede existir dentro de nosotros, en el origen de nuestras propias fuerzas e inquietudes, en la fuente de nuestro actual estado, en el punto cero de nuestro devenir.

Todos los seres que amamos se encuentran allí sintetizados, conjugados en un solo sentimiento cuyo único sentido es hacer referencia a ese ser primordial, a esa fuente, a ese origen tan misterioso y familiar al mismo tiempo, atrayéndonos continuamente hacia esa unidad perfecta de la que provenimos, hacia ese estado de consciencia pura, de quietud, de paz, hacia ese sentimiento de plenitud en el que nos hallamos libres de necesidades, de condicionamientos, de calificaciones, de sueños y ansiedades.

En el ser amado buscamos nuestro origen, nuestro ser real. Y como nuestra verdadera naturaleza es el Amor más puro, nunca nos sentimos satisfechos hasta que lo hallamos en nuestro interior.

Sólo entonces nos sentimos completos, sólo entonces nos sentimos libres, realizados,  en paz.



¿Quién eres Amor mío, que no puedo olvidarte;
que no puedo apartarte de la mente inquieta de extrañarte ?

¿Quién eres que no puedo vivir un sólo día,
sin desearte a mi lado en el camino al que llamamos Vida; 
y me angustio tan sólo de pensarte
como algo diferente a lo que vivo,
como otro ser aparte ?

¿Quién eres Amor mío,
que no puedo dejar de encaminarme
hacia tu pecho, ansioso como un niño
que se muere de hambre ?

¿Quién eres que tu rostro se muestra en todas partes
y aún en mis momentos más oscuros
me ilumina tu imagen;
y me urge tanto verte y adorarte
que aún sabiéndote dentro de mí mismo,
no puedo conformarme ?

¿Quién eres Amor mío, sino la parte interna de mi ser
que pugna por ser claramente visto
con otro parecer?

¡Quién eres Amor mío, sino lo más preciso y necesario
para sentirme plenamente vivo,
perfectamente sano!

¡Quién eres Amor mío, sino la síntesis de mi ser eterno
que busca trascender el egoísmo,
el espacio y el tiempo!

¡Quién eres Amor mío, sino lo que me falta
para llenar por siempre este vacío
librándome del miedo y la esperanza;
y ser completamente comprendido
como soy en el Alma!


“El Amor es mi ser amado”

viernes, 20 de agosto de 2010

EL HIJO DEL HOMBRE

Mientras iban de camino, le dijo uno: Te seguiré adonde vayas.
Jesús le respondió: Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, 
pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.




No tengo espacio, no tengo tiempo. No tengo nada, sólo Amor tengo …
Del Amor vine, al Amor vuelvo.
Lo que fui siempre, lo sigo siendo.

No tengo casa, ni parentesco. Ni pertenencias, ni pertenezco.
No llevo nada, sólo lo puesto.
No tengo donde guardar recuerdos.

No estoy en uno ni en otro cuerpo. Donde me busco, nunca aparezco.
Todo es más claro cuando me pierdo;
sin ligaduras, libre me muevo.

De nada vivo, de todo aprendo. Nunca me aferro, voy trascendiendo.
No me defino, no me defiendo.
Pues si me salvo, me estoy perdiendo.

Parezco algo, algo muy cierto; más lo aparente no es lo correcto.
Según me miran, yo los reflejo.
Soy siempre el mismo, de mí hacia dentro.

No hay diferencias de entendimiento; todo es lo mismo, todo es completo.
Mi yo aparece cuando lo siento,
pero se esfuma si al Amor vuelvo.

Nadie comprende como me siento. En este mundo no tengo tiempo,
ni acompañantes, ni compañeros,
ni más maestros, ni más sendero
que seguir libre como los vientos,
que pasan siempre sólo existiendo.

No puedo darles lo que no tengo. Ya sin palabras, marcho en silencio.
Sólo me lleva este sentimiento:  Mi Amor es puro conocimiento.
No queda nada. Ya nada espero.
¡Lo he dado todo, sólo Amor tengo!


jueves, 19 de agosto de 2010

Antonhy de Mello

Aunque hable todas las lenguas humanas y angélicas, si no tengo amor, 
soy un metal estridente o un platillo estruendoso.
Aunque posea el don de la profecía y conozca los misterios todos y la ciencia entera, 
aunque tenga una fe como para mover montañas, 
si no tengo amor, no soy nada.
1 Co 13, 1-2



•  Pensamientos •

Todos cambiamos en presencia del amor, aun cuando el amor puede ser muy duro.

No olvidemos que la respuesta del amor es siempre la que el otro necesita, porque el amor verdadero es clarividente y comprensivo. Siempre está de parte del otro.

"Haced lo que os digo", dice Jesús. Pero no podremos hacerlo si antes no nos transformamos en el hombre nuevo, despierto, libre, que ya puede amar.

Hay un proverbio chino que dice:
"Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es la visión. Cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el amor."

Ser transformado en amor, eso es amar a Dios.

¿Qué mérito tendrías si saludases tan sólo a los que te saludan? ¿Y si amases tan sólo a los que te aman?

Tú tienes que ser amor total, como el Padre celestial es todo amor.

Cuanto más amas a los otros, más puedes hacer sin ellos. Cuanto más amas a los otros, más puedes hacer con ellos.

¡Sólo hay una necesidad! Esa necesidad es amar.

Cuando alguien descubre eso, es transformado.

Cuando la vida se vuelve oración... la espiritualidad se traslada a nuestros actos.

Cuando sabes amar es señal de que has llegado a percibir a las personas como semejantes a ti. Nadie hay mejor ni peor que tú.

El amor de verdad es un estado de sensibilidad que te capacita para abrirte a todas las personas y a la vida.

Tú no puedes exigir a nadie que te quiera, pero en cuanto no seas exigente y sueltes los apegos, podrás reconocer cuántas personas te quieren así como eres, sin exigirte nada, y comenzarás a saber lo que es amor.

Cuando amas de verdad a una persona, ese amor despierta el amor a tu alrededor. Te sensibiliza para amar y comienzas a descubrir belleza y amor en todo.

Somos analfabetos en la expresión de sentimientos.
Hasta que no veas inocentes a las personas, no sabrás amar como Jesús.
El amor es: yo estoy de tu lado, no estoy en contra de ti.
El amor de verdad es algo no personal, pues se ama cuando el yo programado no existe ya.
El que ama, termina siempre por vivir en el mundo del amor, porque los demás no tienen más remedio que reaccionar por lo que él los impacta.

Amar es como oír una sinfonía. Ser sensible a toda esa sinfonía. Significa tener un corazón sensible a todos y a todo.

Dios es Padre, pero un buen padre que ama en libertad, y quiere y propicia que su hijo crezca en fuerza, sabiduría y amor.

El egoísmo es exigir que el otro haga lo que tú quieras. El dejar que cada uno haga lo que quiera es amor. En el amor no puede haber exigencias ni chantajes.

El amor desinteresado existe, es el único al que se puede dar el nombre de amor.

Amar significa ver al otro claramente como es.

El amor no es deseo, no es fijación. Apasionarse es el exacto opuesto al amor.

Cada uno va buscándose a sí mismo, porque si no nos encontramos a nosotros mismos, no podremos salir hacia los demás.

miércoles, 18 de agosto de 2010

VOLVER A SER UNO

Tal vez nos sorprendamos al ver cómo cambia el mundo desde el punto de vista inegoísta, qué diferente es la vida vista desde la óptica del Amor. El mismo mundo triste y oscuro que veíamos desde nuestra celda, de pronto se cambiará mágicamente en un paraíso, en el que todo es orden, en el que todo es perfección, en el que todas las cosas nos dan un claro testimonio de su unidad esencial.

Todo nos habla del Uno cuando lo abordamos desde lo general, cuando miramos con la conciencia limpia, cuando observamos como si fuéramos tan solo niños inocentes, simples testigos del Señor.

La única respuesta coherente al llamado de la conciencia, surge a través de la puesta en práctica de esa Verdad esencial en el mundo exterior, realizando esa unidad a cada paso que damos a lo largo de nuestras vidas; en cada pensamiento, en cada palabra, en cada acción, hasta que lleguemos a revivirla en nosotros a través del amor a los demás.

No habrá paz en la tierra para nosotros; ni claridad, ni calma en nuestro accionar, ni equilibrio en nuestras mentes y cuerpos, hasta que las mismas leyes que gobiernan la Vida en general, hayan sido aceptadas, asumidas y puestas en práctica en la porción de vida que nos toca conducir, en nuestra existencia individual.

Si apuntamos a la universalidad, habremos encontrado el camino para regresar a Casa, para que se haga Su Voluntad “así en la tierra como en el cielo”, para que Dios sea en nosotros como lo es en todas las demás partes de Su Ser.




"Plegaria para mi Dios en ti"

Siénteme dentro tuyo, haz que me vuelva entero,
compréndeme en tu centro como a la Vida en ti.
Ámame internamente, yo soy tu Amor interno
y solo para amarme es que te hallas aquí.

Crece conmigo dentro, libérame de hallarte,
incorpórame al vuelo que teje tú vivir.
Yo te estaré sintiendo y en ti podré encontrarme,
porque en poder amarte comprendo mi existir.

No me dejes afuera por quererme a tú lado,
si me haces parte tuya podrás amarte en mí.
No parceles la esfera en la que nos hallamos,
creyéndome cercano pero al margen de ti.

Ámame en todo instante, siendo en ti parte mía,
y en mí será tu vida sin tener que partir.
Da Luz a lo infinito, despide la agonía,
de ser todos los días el único en morir.

Siénteme dentro tuyo más allá del "te quiero",
y como el sol al cielo tu me podrás sentir.
Sintiendo todo en uno, con un Amor entero,
sin muerte y verdadero porque amar es su fin!

                                "Siénteme, soy tu ser"

CONOCETE A TÍ MISMO

El mayor de los conocimientos es el conocimiento de uno mismo.  El mayor de los conocimientos es el que apunta a descubrir nuestro ser esencial, a realizar en la práctica la Verdad más interna, más objetiva, más amplia y pura que podamos alcanzar, utilizando a nuestra mente como vehículo y a nuestra conciencia como conductora.

En el interior del hombre se encuentra la Verdad. En la Voz íntima que de su corazón emana está la Religión Universal, la que anunció el Maestro Jesús y que reafirman todos los grandes avatares desde las tribunas más diversas.

Todo el que busca la Verdad tiene que llegar a encontrarla a través del Amor, porque la Verdad absoluta no acepta separaciones ni mutilaciones.

De eso se trata el Camino del Amor; de liberarnos de todo condicionamiento adquirido para volver a experimentar interiormente ese sentimiento de unificación plena con todas las cosas, hasta encontrar en todos los seres que conforman nuestro entorno natural la libertad que perdimos al individualizarnos, al olvidarnos, al apegarnos a la tonta idea de una existencia limitada a una personalidad temporal.

La espiritualidad no puede ser enseñada por nadie. La espiritualidad no puede ser aprendida mediante teorías o conceptos. Tiene que ser experimentada directamente, vivida plenamente, sentida intensamente como la sintieron los grandes fundadores de las más importantes religiones.  Ellos tuvieron la experiencia de Dios, sintieron la Verdad de Dios en su interior, más allá de dogmas y rituales. Luego nos transmitieron su propia experiencia y fuimos nosotros, como ocasionales seguidores, los que ante la imposibilidad de esa vivencia, revestimos esos mensajes de sensacionalismo, aparatosidad y misticismo.

El Camino del Amor, la senda de regreso hacia nuestro ser verdadero y eterno, se trata precisamente de encontrar la unidad de todas las energías en nosotros mismos a través de la comprensión más amplia, de la unidad sentimental, afectuosa pero sin afectividad, libre de egoísmo e intencionalidad.

AMAR SIN CONOCER


  Expande tu conciencia para hallarte
  más allá de tu límite ideal,
  únete con la Vida en todas partes,
  únete con el todo siempre más.

  Pues no sabes en sí ninguna cosa
  cualquiera en el espectro universal,
  hasta que a ella misma te incorporas
  y forman una sola realidad.

  Al pretender lanzarte sobre ella
  tienes que concebir diversidad,
  entonces queda fuera tu conciencia
  y otra vez se te escapa la Verdad.

  Si intentas conocer alguna cosa
  te perderás de amarla sin razón;
  la vida es la unión más poderosa,
  la muerte triunfa en cada posesión.

  Al adueñarte enciendes la mentira
  de la separación que es poseer.
  Desnudo eres uno con la vida,
  todos los seres caben en tu ser.

  Y es que sólo hay un modo de encontrarte
  y de volver entero hasta el Hogar.
  ¡Sólo hay un modo de reintegrarte,
  un único destino sin final,
  un único Camino a todas partes,
  un único Principio y es amar !


                                                        "Amar es volver a Casa"

VUELVE A CASA

El camino hacia la Unidad Suprema no constituye en realidad ningún misterio, no se halla oculto en ningún dogma sagrado, ni está vedado para el común de los seres. El sendero hacia El Ser es el camino más simple, más natural y espontáneo, el camino del Amor, el de la reconciliación de todas las energías que actualmente percibimos como seres sensibles.

La Verdad de Dios es simple y clara, el hombre o más precisamente, la mente del hombre es quien la complica, no la Verdad. El individuo se aparta de la unidad de su conciencia, se autoexcluye del paraíso cuando se desubica afectivamente, cuando se identifica con un aspecto transitorio de su personalidad y se separa de su fuente, de la verdad esencial.

Pero la Verdad nunca se separa del hombre, nunca se pierde ni se confunde, siempre está allí esperando a ser redescubierta por ese “hijo pródigo” que se dejó engañar por el mundo de los sentidos, por el poder de Maya, la ilusión de la existencia individual.


Vuelve a casa

Donde quiera que estés, que estés volviendo, 
es mi mayor deseo y esperanza.
Donde quiera que vayas accediendo 

que siempre estés volviendo a nuestra Casa.

No importa el derrotero, el escenario, 
el camino o el ritmo de la marcha.
A veces alejarse es necesario 

para evaluar mejor nuestra distancia.

El regreso es exactamente el mismo 
desde cualquier lugar en que te encuentres,
así como en tus pies está el abismo, 
en tus manos está la cumbre siempre.

Vuelve por tu sendero que no hay otro 
que pueda conducirte hasta tu casa.
Vuelve por propios medios, a tu modo, 
y en tu mejor vehículo: tu Alma.

Vuelve y no tengas miedo de perderte 
porque serás guiado desde adentro,
por corazón, por voluntad y mente, 
sabrás cual es el paso y el momento.

Si temes el temor será tu guía 
y te anclarás al suelo como un árbol.
Si amas no tendrás otra salida 
que volar libremente, regresando.

Ama el camino y ama los trayectos 
que sólo con Amor pueden cubrirse,
ama los golpes de cualquier tropiezo 
que el regreso bien vale cicatrices.

Ama sin prisa y también sin pausa 
que llegarás al día sin apuros.
Ama y no dudes nunca más de nada, 
porque amar es volver a estar seguro.

Ama a Dios más que nada, sobre todo. 
Ama sin límite, ama sin cesar.
Ama y verás que nunca estarás solo, 
como si fueras Todo y lo serás.

Ama que es la manera de ir volviendo 
hasta el umbral de toda tu esperanza,
más allá de este espacio y este tiempo: 
el que vive en Amor, ya vive en Casa !!!


                                      "El que ama está en Dios y Dios en él"



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