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lunes, 30 de marzo de 2015

COMO DESPERTAR EL AMOR Y LA COMPASIÓN (5ta parte)



6. Cómo dirigir la compasión

Cuando medite lo bastante profundamente sobre la compasión, surgirá en usted la poderosa resolución de aliviar el sufrimiento de todos los seres, así como un agudo sentido de responsabilidad hacia ese noble propósito. 


Existen dos maneras de canalizar mentalmente esa compasión y volverla activa.

La primera consiste en rezar a todos los budas y seres iluminados desde el fondo del corazón, para que todo lo que usted haga, todos sus pensamientos, palabras y obras redunde sólo en beneficio de los seres y les procure felicidad. 

En palabras de un gran practicante de la oración: 
«Bendíceme con el don de ser útil». 

Rece por beneficiar a todos los que se relacionan con usted y ayudarlos a transformar su sufrimiento y su vida.


La segunda manera, que es universal, consiste en canalizar hacia todos los seres la compasión que pueda usted sentir, dedicando todos sus actos positivos y su práctica espiritual a fomentar el bienestar de todos los seres, y sobre todo a favorecer que avancen hacia la Iluminación.

En efecto; cuando medita profundamente sobre la compasión, amanece en usted la comprensión de que la única manera en que puede dar una ayuda completa a los demás seres es alcanzando la Iluminación. 


De ahí nace un sentido de vigorosa resolución y de responsabilidad universal, y en ese momento surge en usted el compasivo deseo de alcanzar la Iluminación por el bien de todos los demás.

Ese deseo compasivo se llama Bodichita en sánscrito; "bodi" significa nuestra esencia iluminada, y "chita" quiere decir corazón.


Por tanto, podríamos traducir esta palabra como «el corazón de nuestra mente iluminada». 

Despertar y desarrollar el corazón de la mente iluminada equivale a cultivar con perseverancia la semilla de nuestra naturaleza de buda, esa semilla que al final, cuando nuestra práctica de la compasión haya llegado a ser perfecta y lo abarque todo, florecerá majestuosamente en la budeidad. 

Bodichita, pues, es el manantial, la fuente y la raíz de todo el camino espiritual. 

Por eso en nuestra tradición rezamos con tanto apremio:
Aquellos que aún no lo han hecho, 
que den nacimiento a la preciosa Bodichita;
aquellos que le han dado nacimiento, 
que su Bodichita no disminuya 
sino que aumente más y más.

Y por eso Shantideva podía ensalzar la Bodichita con tanta alegría:




Es el elixir supremo

que vence a la soberanía de la muerte.

Es el tesoro inagotable
que elimina la miseria del mundo.

Es la medicina suprema
que remedia la enfermedad del mundo.

Es el árbol que da refugio a todos los seres que vagan
fatigados por la senda de la existencia condicionada.

Es el puente universal que libera
de los estados de nacimiento desdichados.

Es la naciente luna de la mente que disipa
el tormento de los conceptos perturbadores.

Es el gran sol que elimina por fin
la brumosa ignorancia del mundo.


EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
Sogyal Rimpoche

miércoles, 25 de marzo de 2015

COMO DESPERTAR EL AMOR Y LA COMPASIÓN (4era parte)


5. Cómo meditar sobre la compasión

Sin embargo, como ya he dicho, evocar en nosotros este poder de la compasión no siempre es fácil. 

Por mi parte, he comprobado que los métodos sencillos son los mejores y los más directos. 

La vida nos proporciona cada día innumerables ocasiones de abrir el corazón, y sólo es cuestión de aprovecharlas. 

Se cruza usted con una anciana de aspecto triste y cansado, con las venas de las piernas hinchadas y dos pesadas bolsas de la compra que apenas puede cargar; un anciano pobremente vestido que arrastra los pies ante usted en la cola de la oficina de correos; un muchacho con muletas que intenta cruzar la calle, nervioso y asustado, por entre el tráfico de la tarde; un perro que se desangra a morir en la carretera; una joven solitaria que solloza histéricamente en un banco del metro. Conecte el televisor y puede que vea en las noticias a una madre de Beirut arrodillada junto al cadáver de su hijo asesinado; o a una anciana de Moscú que señala el plato de sopa que va a ser toda su comida del día, sin saber si al día siguiente tendrá eso siquiera; o uno de los niños con sida de Rumania, que lo mira con ojos desprovistos de toda expresión.



Cualquiera de estas imágenes 
podría abrirle los ojos 
del corazón 
al enorme sufrimiento 
que existe en el mundo. 

Deje que lo haga. No desperdicie el amor y la aflicción que suscita; en el momento que sienta que la compasión se acumula en usted, no la eche a un lado, no se encoja de hombros en un intento de regresar rápidamente a lo «normal», no le tenga miedo a su sentimiento ni se avergüence de él, no se deje distraer de él ni permita que se agote en la apatía. Sea vulnerable.

Utilice ese repentino y brillante brote de compasión; concéntrese en él, métase en lo profundo de su corazón y medite sobre él, cultívelo, reálcelo, profundícelo. 

Al hacerlo se dará cuenta de lo ciego que ha estado al sufrimiento, de cómo el sufrimiendo que ahora está experimentando o contemplando es sólo una minúscula fracción del dolor del mundo. 

Todos los seres sufren, en todas partes; deje que su corazón vaya hacia ellos en espontánea e inconmensurable compasión, y dirija esta compasión, junto con la bendición de todos los budas, al alivio del sufrimiento en todas partes.



La compasión es mucho más noble y grandiosa que la lástima. 

La lástima tiene sus raíces en el miedo y en una sensación de arrogancia y condescendencia, a veces incluso en una complacida sensación de «me alegro de no ser yo». 

Dice Stephen Levine: 


«Cuando tu miedo toca el dolor de otro, 
se convierte en lástima;
cuando tu amor toca el dolor de otro, 
se convierte en compasión».

Entrenarse en la compasión, pues, es saber que todos los seres somos iguales y que sufrimos de manera semejante, es respetar a los que sufren y saber que no es uno distinto de nadie ni superior a nadie.
De este modo, su primera reacción al ver sufrir a alguien no es de simple lástima, sino de profunda compasión. 

Siente respeto e incluso gratitud hacia esa persona, porque ahora sabe usted que quienquiera le induzca a desarrollar la compasión por medio de su sufrimiento está de hecho haciéndole uno de los mayores regalos, porque le ayuda a cultivar precisamente aquella cualidad que usted más necesita en su avance hacia la Iluminación.

Por eso decimos en Tíbet que 
el mendigo que le pide limosna 
o la anciana enferma cuya vista le encoja el corazón 
pueden ser budas disfrazados 
que se manifiestan en su camino 
para ayudarle a crecer en compasión 
y, por consiguiente, 
avanzar hacia el estado de buda.


EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
Sogyal Rimpoche

viernes, 20 de marzo de 2015

COMO DESPERTAR EL AMOR Y LA COMPASIÓN (3era parte)



4. Servirse de un amigo para generar compasión

Otra técnica eficaz para despertar compasión hacia una persona que sufre consiste en imaginarse a un amigo muy querido, o alguien a quien se ama de verdad, en el lugar de esa persona.



Imagínese a su hermano, 
a su hijo o hija, 
a su padre 
o a su mejor amigo 
en idéntica situación dolorosa. 


Se le abrirá el corazón con toda naturalidad y despertará en usted la compasión. 

¿Qué podría querer más que librarlos de su tormento? 

Tome entonces esta compasión generada en su corazón y transfiérala a la persona que necesita su ayuda; comprobará que la ayuda es más inspirada y espontánea, y que puede dirigirla más fácilmente.
A veces me preguntan: «Si lo hago, ¿saldrá perjudicado de alguna manera el pariente o amigo al que me imagino sufriendo?». 

Al contrario, pensar en esa persona con tal amor y compasión sólo puede serle de ayuda, e incluso producirá la curación de cualquier sufrimiento y dolor que puedan haber vivido en el pasado, estén viviendo ahora o hayan de vivir aún.

El hecho de ser instrumento para el despertar de su compasión, aunque sólo sea por un instante, les acarreará abundante mérito y beneficio. 


Puesto que han sido responsables en parte de la apertura de su corazón, y de permitirle ayudar al enfermo o moribundo con su compasión, el mérito de esta acción recaerá naturalmente sobre ellos.

También puede usted dedicar mentalmente el mérito de esa acción al pariente o amigo que le ayudó a abrir el corazón. 


Y puede desearle bien a esa persona, y rezar porque en el futuro se vea libre de sufrimiento. 

Le estará usted agradecido a su amigo, y quizás éste se sienta también inspirado y agradecido si sabe que le ayudó a hacer aflorar su compasión.

De modo que preguntar: «¿Saldrá perjudicado el pariente o amigo al que imagino en lugar del enfermo o moribundo?» demuestra que no hemos comprendido realmente lo poderosas y milagrosas que son las operaciones de la compasión. 





La compasión bendice y cura 
a todos los que intervienen en el acto: 
la persona que la genera, 
la persona por medio de la cual se genera
y la persona a la que va dirigida.


Dice Porcia en la obra de Shakespeare, El mercader de Venecia:


La propiedad de la clemencia es que no sea forzada;
cae como la dulce lluvia del cielo
sobre la tierra de abajo; es dos veces bendita:
bendice al que la da y al que la recibe...

La compasión es la joya que concede los deseos, y su luz de curación se extiende en todas direcciones.


EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
Sogyal Rimpoche

lunes, 16 de marzo de 2015

COMO DESPERTAR EL AMOR Y LA COMPASIÓN (2da Parte)


2. La compasión: 

Considerarse igual que los demás 

Una manera poderosa de evocar la compasión es pensar que los demás son exactamente iguales a uno. 

«Después de todo», explica el Dalai Lama, 
«todos los seres humanos somos iguales: 
hechos de carne, huesos y sangre humanos. 
Todos queremos felicidad y queremos evitar el sufrimiento. 
Además, todos tenemos el mismo derecho a ser felices. 
En otras palabras, es importante cobrar conciencia 
de nuestra igualdad en tanto que seres humanos.»



Pongamos, por ejemplo, que tiene usted dificultades con una persona amada, que podría ser su madre, su padre, su marido o su esposa, un amante o un amigo. 

Le resultará muy útil y revelador considerar a la otra persona no en su «papel» de madre, padre o marido, sino sencillamente como otro «usted», otro ser humano con los mismos sentimientos que usted, el mismo deseo de felicidad, el mismo miedo al sufrimiento. 

Concebir a la persona como una persona real, exactamente igual que usted, abrirá su corazón a ella y le permitirá saber mejor cómo ayudarla.

Si consideramos a los demás iguales que nosotros, eso nos ayudará a abrir nuestras relaciones y les dará un sentido nuevo y más rico. 

Imagínese que las sociedades y las naciones empezaran a considerarse mutuamente de esta manera; por fin tendríamos el inicio de una base sólida para la paz sobre la Tierra y la feliz coexistencia de todos los pueblos.



3. La compasión: Cambiarse por los demás


Cuando alguien sufre y no sabe usted cómo encontrar la manera de ayudarle, póngase sin arredrarse en su lugar. 


Imagínese del modo más real posible cómo lo estaría pasando si sufriera el mismo dolor. Pregúntese: 
«¿Cómo me sentiría? ¿Cómo querría que me trataran mis amigos? ¿Qué es lo que más desearía de ellos?».

Cuando se cambia usted por otro de esa manera, transfiere directamente su apreciación desde su objeto habitual, usted mismo, a otro ser. 

Por eso cambiarse por los demás es un modo muy poderoso de debilitar el dominio que tiene sobre usted el apego y el mimo del yo por sí mismo, y de liberar así el corazón de su compasión.



EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
Sogyal Rimpoche


lunes, 9 de marzo de 2015

COMO DESPERTAR EL AMOR Y LA COMPASIÓN


Antes de poder practicar .... 
verdaderamente, 
hay que ser capaz de hacer aflorar 
la compasión en uno mismo. 

Esto es más difícil de lo que solemos imaginar, 
porque a veces las fuentes de nuestro amor y compasión 
nos quedan ocultas 
y puede que no tengamos fácil acceso a ellas. 

Por fortuna, existen diversas técnicas desarrolladas 
por el «entrenamiento de la mente» budista
para ayudarnos a hacer aflorar el amor oculto. 

De entre la enorme variedad de métodos disponibles, 
he elegido los siguientes y los he ordenado 
de una manera determinada a fin de que resulten 
lo más útiles posible para las personas del mundo moderno.


1. El afecto amoroso: Abrir el manantial

2. La compasión: Considerarse igual que los demás

3. La compasión: Cambiarse por los demás

4. Servirse de un amigo para generar compasión

5. Cómo meditar sobre la compasión

6. Cómo dirigir la compasión



1. El afecto amoroso: Abrir el manantial

Cuando nos parece que no hay suficiente amor en nosotros, existe un método para descubrirlo e invocarlo. 

Vuelva atrás mentalmente y recree, visualice casi, un amor que alguien le dio y que lo conmovió de verdad, quizás en la infancia. 

Tradicionalmente se le enseñaría a pensar en su madre y en su devoción de toda la vida hacia usted, pero si eso le resulta problemático, puede pensar en un abuelo o abuela, o en cualquier persona que haya sido profundamente afectuosa con usted en algún momento de su vida. 

Recuerde una ocasión concreta en que realmente le demostró su amor y usted lo percibió intensamente.

Ahora deje que ese sentimiento 
surja de nuevo en su corazón 
y lo llene de gratitud. 

Al hacerlo, su amor se dirigirá naturalmente 
hacia esa persona que lo ha evocado. 

Recordará entonces que, 
aunque quizá no siempre le parezca 
que ha sido amado lo suficiente, 
una vez lo amaron de veras. 

Saberlo hará que se sienta de nuevo, como esa persona le hizo sentir entonces, digno de amor y verdaderamente amable.

Permita ahora que se le abra el corazón y que el amor fluya de él, y a continuación extienda este amor a todos los seres. 

Empiece por los que tiene más próximos, y luego extienda su amor a amigos y conocidos, después a los vecinos, a los desconocidos, y después incluso a las personas que no le gustan o le causan dificultades, incluso aquellas a las que podría considerar «enemigas», y finalmente a todo el universo. 

Que ese amor se haga cada vez más ilimitado. 

Junto con el afecto amoroso, la compasión y la alegría, la ecuanimidad es una de las cuatro facetas esenciales de lo que según las enseñanzas constituye toda la aspiración a la compasión. 

La visión de la ecuanimidad, una visión libre de prejuicios que lo abarca todo, es en efecto el punto de partida y la base del camino de la compasión.




Comprobará usted que esta práctica 
abre un manantial de amor, 
y al abrirse en usted su afecto amoroso, 
comprobará que éste inspira 
el nacimiento de la compasión. 

Porque, como dijo Maitreya en una de las enseñanzas que le dio a Asanga: «El agua de la compasión discurre por el canal del afecto amoroso».


EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
Sogyal Rimpoche




miércoles, 4 de marzo de 2015

La RUEDA del Amor eterno



La mayor felicidad consiste en ayudar a los demás.

Realmente creo que mi verdad 
es una verdad universal que está por encima 
de cualquier religión, situación económica, raza o color, 
y que la compartimos todos 
en la experiencia normal de la vida.

Todas las personas procedemos de la misma fuente 
y regresamos a esa misma fuente.

Todos hemos de aprender a amar y a ser amados incondicionalmente.

Todas las penurias que se sufren en la vida, 
todas las tribulaciones y pesadillas, 
todas las cosas que podríamos considerar castigos de Dios, 
son en realidad regalos. 

Son la oportunidad para crecer, 
que es la única finalidad de la vida.

No se puede sanar al mundo 
sin sanarse primero a sí mismo.

Si estamos dispuestos para las experiencias espirituales 
y no tenemos miedo, las tendremos,
sin necesidad de un gurú o un maestro 
que nos diga cómo hacerlo.

Cuando nacimos de la fuente a la que yo llamo Dios, 
fuimos dotados de una faceta de la divinidad; 
eso es lo que nos da el conocimiento 
de nuestra inmortalidad.


Debemos vivir hasta morir.

Nadie muere solo.

Todos somos amados 
con un amor 
que trasciende la comprensión.

Todos somos bendecidos y guiados. 
Es importante que hagamos solamente aquello 
que nos gusta hacer. 

Podemos ser pobres, podemos pasar hambre, 
podemos vivir en una casa destartalada,
pero vamos a vivir plenamente. 

Y al final de nuestros días 
vamos a bendecir nuestra vida 
porque hemos hecho 
lo que vinimos a hacer.

La lección más difícil de aprender 
es el amor incondicional.

Morir no es algo que haya que temer; 
puede ser la experiencia 
más maravillosa de la vida.

Todo depende de cómo hemos vivido.

La muerte es sólo una transición de esta vida 
a otra existencia 
en la cual ya no hay dolor ni angustias.

Todo es soportable cuando hay amor.



Mi deseo es que usted trate 
de dar más amor a más personas.

¡Lo único que vive eternamente es el amor!




LA RUEDA DE LA VIDA
ELIZABETH KÜBLER-ROSS

lunes, 2 de marzo de 2015

Silencio Amor

Cada individuo tiene que volverse un meditador, 
un observador silencioso,
para así poder descubrirse a sí mismo. 

Y este descubrimiento
cambiará todo lo que le rodea. 
...

La meditación es bajar al corazón; 
y cuando bajas al corazón, surge el amor.


El amor siempre sigue a la meditación, 
y viceversa también es cierto.

Si te conviertes en un amante, 
la meditación vendrá. 
¡Van juntos!

Son un sólo tipo de energía, 
no son dos.

O bien meditas y te convertirás en un gran amante: 
vas a tener un gran fluido de amor a tu alrededor, 
te inundarás de amor.

O comienzas por convertirte en un amante, 
y luego encontrarás esa cualidad de conciencia
llamada meditación 
en donde los pensamientos desaparecen… 
en donde el pensar ya no nubla tu ser… 
en donde la bruma del sueño que te rodea ya no está allí…



La mañana ha llegado, 
estás despierto, 
te has convertido en un Buda.


Para la gente que nunca ha amado,
la meditación resulta ser algo muy,
muy difícil.


OSHO 
Libro Naranja


LEYES DEL UNIVERSO

¡Jay Ganesha!

¡Jay Ganesha!

Luces que indican el camino


Mandalas con música para relajación y meditación

Organización Sathya Sai Baba

Diseño Gráfico

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Gracias por tu siembra, Maestro del Amor!

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Amigo es AM-ar estar cont-IGO

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Todo lo contenido en esta pagina es parte del anima mundi que, cada uno individualmente alimentamos.
Mi gratitud a todos los autores,fotografos,creadores y blogs por sus creaciones,inspiraciones,sabiduria y amor.
Si alguien desea que sus publicaciones o creaciones sean retiradas, sólo tiene que comunicarlo y asi se hará.
Gracias Infinitas